Como los “superhéroes” de la Biblia, Roland había orado y confiado en Dios. Esta confianza los ayudó a él y a su mamá a encontrar la mariposa, su “amiga” de metal tan especial.
Iniciar sesión para ver esta página
Para tener acceso total a los Heraldos, active una cuenta usando su suscripción impresa del Heraldo ¡o suscríbase hoy a JSH-Online!