Una de las cosas que la Christian Science enseña es que el hombre nunca está solo, jamás está separado de Dios, ni tampoco del bien, en razón de que siendo Su idea espiritual, vive, se mueve y tiene su ser eternamente en la Mente divina, Dios. En la Christian Science aprendemos que el mal o error trataría de aturdir y confundir a las personas, convenciéndolas que están o pueden estar separadas del bien o privadas de alguna cosa o cualidad esencial.
Cristo Jesús dijo a sus discípulos (Juan 16:32): “He aquí que viene la hora, y ya ha llegado, en que seréis dispersados, e iréis cada cual a lo suyo propio, y me dejaréis solo; y sin embargo no estoy solo, porque el Padre está conmigo.” Tan consciente estaba él de su filiación divina que resultaba imposible que sucumbiese a la tentación de creerse fuera de la infinitud del poder omnipresente de Dios.
Los mortales, creyéndose ser criaturas finitas, limitadas por el tiempo, como así mismo separadas de Dios por el espacio, tienden a aceptar el tal llamado testimonio de los sentidos físicos como real. Y esta es la razón por la cual son incapaces de comprender la declaración bíblica que dice (Jeremías 23:24): “¿Podrá alguien ocultarse en escondrijos tales que no le vea yo? dice Jehová: ¿no lleno yo los cielos y la tierra? dice Jehová.”
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