“Según piensa en su alma, así es” fué la observación hecha acerca de un hombre en el libro de los Proverbios (23:7). Durante generaciones los hombres han meditado sobre esto con diversos grados de comprensión.
Para el sentido humano parecería como si estuviéramos viviendo en un universo que no es más grande que nuestra visión. Para ilustrar este punto diremos esto: A tres hombres se les rogó que fueran a un bosque e inspeccionaran un cierto árbol e informaran acerca de su investigación. El primero era un botánico. Lo examinó cuidadosamente y dijo: “Quercus alba,” lo cual significa “roble blanco.” El segundo era un poeta. Admiró al árbol desde varios puntos de vista y luego dijo: “Poderoso monarca de la selva.” El tercero era un comerciante en madera, el cual informó diciendo: “Quince mil pies de madera.” Cada uno hablaba del mismo árbol, sin embargo cada uno emitió su concepto individual del árbol.
En la Christian Science aprendemos que Dios, el bien, es la causa y creador únicos y que Su creación, el hombre, está constituido de ideas espirituales y jamás se ve confinado a la materia o restringido por las limitaciones humanas.
Iniciar sesión para ver esta página
Para tener acceso total a los Heraldos, active una cuenta usando su suscripción impresa del Heraldo ¡o suscríbase hoy a JSH-Online!