Conocí la Christian ScienceNombre que Mary Baker Eddy dió a su descubrimiento (pronunciado Crischan Sáiens). La traducción literal de estas dos palabras es “Ciencia Cristiana”. hace veintitrés años cuando estaba pronta a suicidarme. Mi primer matrimonio había sido muy infeliz. Después de tres años de casada, estaba tan acongojada, desesperada y desalentada que había perdido toda la alegría y la esperanza.
Vivía en París, Francia, pero tenía una hermana que era Científica Cristiana y que vivía en Nueva York. Yo no sabía absolutamente nada acerca de la Christian Science, y ella no estaba al tanto de mi situación, pero debe de haber adivinado mi problema pues me envió ejemplares de la Biblia y del libro de texto de la Christian Science, “Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras” por Mary Baker Eddy, y del Cuaderno Trimestral de la Christian Science. En la primera página de Ciencia y Salud ella había escrito lo siguiente: “Muy querida hermana, antes de tomar un paso desesperado te ruego que leas este libro del principio al fin, pues yo sé que a través de mi oración, Dios te será revelado.”
En una carta ella me suministró la dirección de la Primera Iglesia Científica de Cristo, en París, y me rogó que asistiera a la reunión vespertina del miércoles. Muchas veces he dado gracias a Dios por el hecho de que ese mismo día era miércoles. Fuí a la iglesia y uno de los testimonios fué tan inspirador que me olvidé completamente del suicidio. Una vida enteramente nueva se ha abierto para mí y me es imposible hacer un recuento de todas mis bendiciones. Desde entonces la Christian Science ha sido mi sólo médico, mi única medicina.
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