Al período en el cual vivimos a menudo se le llama era atómica. Los niños están creciendo en un mundo muy diferente a aquel de hace una generación. Los cambios se suceden con gran rapidez, y hay un contínuo movimiento de gente joven que viaja de una parte del mundo a la otra. La juventud está hoy ante el umbral de fases nuevas de desarrollo respecto a vuelos, medios de comunicación, expansión científica, avalúos, interpretaciones y economías.
La juventud de hoy en día representa la idea progresista del bien. Esta idea debe ser comprendida y apreciada de modo que pueda guiar, fortalecer y moldear el pensamiento. La juventud necesita aprender los rudimentos de la obediencia, el orden, la ética, la moralidad y la economía encerrados en los Diez Mandamientos, el Padrenuestro y el Sermón de la Montaña, y que se le dé la comprensión científica y espiritual de Dios, quien es Verdad y Vida.
A través del conocimiento de la naturaleza del hombre como la imagen y semejanza de Dios y por medio de la comprensión de que el universo creado por Dios es espiritual y no material, nuestra juventud se verá firmemente plantada sobre la base del Principio divino y eterno. Esta base científica revelada por la Christian Science capacitará a los jóvenes para cumplir con su destino divino como hijos de Dios.
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