Al período en el cual vivimos a menudo se le llama era atómica. Los niños están creciendo en un mundo muy diferente a aquel de hace una generación. Los cambios se suceden con gran rapidez, y hay un contínuo movimiento de gente joven que viaja de una parte del mundo a la otra. La juventud está hoy ante el umbral de fases nuevas de desarrollo respecto a vuelos, medios de comunicación, expansión científica, avalúos, interpretaciones y economías.
La juventud de hoy en día representa la idea progresista del bien. Esta idea debe ser comprendida y apreciada de modo que pueda guiar, fortalecer y moldear el pensamiento. La juventud necesita aprender los rudimentos de la obediencia, el orden, la ética, la moralidad y la economía encerrados en los Diez Mandamientos, el Padrenuestro y el Sermón de la Montaña, y que se le dé la comprensión científica y espiritual de Dios, quien es Verdad y Vida.
A través del conocimiento de la naturaleza del hombre como la imagen y semejanza de Dios y por medio de la comprensión de que el universo creado por Dios es espiritual y no material, nuestra juventud se verá firmemente plantada sobre la base del Principio divino y eterno. Esta base científica revelada por la Christian Science capacitará a los jóvenes para cumplir con su destino divino como hijos de Dios.
Los hechos dinámicos de los tiempos demandan que la humanidad esté alerta al entendimiento más elevado de que la espiritualidad es la única fuerza vital que aporta a los hijos de los hombres la satisfacción duradera y un sentido del poder y la protección omnipotentes de Dios. En la verdadera espiritualidad se apoyan la seguridad de los jóvenes y la aplicación del desarrollo científico que ellos están destinados a traer a la luz.
San Pablo avaluó a la juventud. En su epístola a Timoteo escribió (I Tim. 4:12): “Nadie tenga en poco tu juventud; al contrario, sé tú el dechado de los creyentes en palabra, en manera de vivir, en amor, en fe, en pureza.”
La juventud tiene la habilidad de hacer rápidos progresos en la senda de la Verdad. Mrs. Eddy cuyas enseñanzas están de acuerdo con la Biblia, declara en “Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras” (pág. 236): “Mientras la edad madura vacila entre dos opiniones, o pelea con falsas creencias, la juventud hace progresos fáciles y rápidos hacia la Verdad.”
La Verdad no es una abstracción. La Verdad es Dios. Abarca toda la vida y revela la Ciencia de toda acción verdadera. La Verdad debe exponer para la juventud de esta era las leyes eternas que gobiernan la idea espiritual del espacio, la substancia y el poder. Entonces estos jóvenes serán capaces de asir las fuerzas espirituales que son la base de la electrónica, la astrofísica, la geofísica, la energía atómica, la automación y otros descubrimientos nuevos, y serán más capaces de subordinarlos a las necesidades de la humanidad.
La Christian Science nos capacita para distinguir entre aquello que es impelido espiritualmente y es constructivo para beneficio de la humanidad y aquella actividad que es impelida carnalmente y es destructiva, puesto que la Verdad se adhiere a lo espiritual y bueno y denuncia y refuta lo material y lo malo. En Ciencia y Salud, Mrs. Eddy escribe (págs. 82, 83): “En un mundo de pecado y sensualidad, precipitándose a un desarrollo mayor de poder, es sabio considerar en serio si es la mente humana o la Mente divina la que está influyendo en uno.” Esta es una proposición básica a la cual la juventud de este mundo debe hacer frente resueltamente en esta era atómica y debe responder a ella correcta y científicamente.
Ninguna influencia dañosa puede arruinar las raíces del crecimiento espiritual de los jóvenes que comprenden la idea progresista de Dios; no hay gravitación mundana que pueda impedir su progreso.
En un mundo que está acumulando conocimientos cada vez más expansivos del poder atómico y que está extendiendo sus límites hacia el espacio, y en vista de la estupenda abundancia de talento, energía y riqueza que serán dedicados a la investigación y el desarrollo tecnológico, bueno es pensar acerca de la declaración que Mrs. Eddy hace en Ciencia y Salud (pág. 135): “Sólo la evolución espiritual es digna del ejercicio del poder divino.”
Cuando los jóvenes despierten a la Verdad e ingresen a la actividad de un tremendo resurgimiento hacia la obtención del poder verdadero, la juventud desarrollará una fuerza espiritual íntima que la guiará al uso de las fuentes divinamente científicas que fluyen de Dios, la Vida y el Amor inmortales y eternos. A eso seguirá entonces un progreso y una madurez contínuos.