Hace ya muchos años que siento un gran deseo de expresar en un testimonio mi profunda gratitud por el hecho que al tiempo del nacimiento de mi primer niño me valí del tratamiento según la Christian Science. Y ahora es para mí motivo de gran gozo expresar gratitud por el nacimiento subsiguiente de mis dos últimos niños que ha sido muy armonioso bajo el tratamiento de la Christian Science.
La primera demostración fué por cierto difícil para mí. Hacía poco que estudiaba esta Ciencia y tenía mucho temor cuando se me presentaban problemas. El obstétrico era muy competente, supuestamente en armonía con los puntos de vista de una Científica Cristiana, no obstante demostraba tener un gran sentido de responsabilidad personal por cada paciente.
Gracias a las constantes y afectuosas afirmaciones de la verdad proferidas en aquel entonces por un practicista de la Christian Science y a mi propio estudio, los temores del médico disminuyeron.
También pudo hacerse frente al fuerte resentimiento que abrigaba el médico a medida que se acercaba la fecha del nacimiento. Este fué rápido y armonioso y la omnipotencia de Dios fué tan claramente sentida que el médico inmediatamente lo reconoció humildemente delante de mí en la presencia de las enfermeras diciendo: “El alumbramiento no podía haber sido más perfecto.”
Siempre me he sentido profundamente agradecida por esta especial demostración del poder de la Verdad y de la omnipresencia de Dios, pero por lo que más me siento agradecida es la lección que aprendí que debo apoyarme radicalmente en Dios. Ojalá que esta experiencia ayude a otros estudiantes nuevos de la Christian Science de manera que los capacite para caminar por la senda recta y angosta de esta Ciencia, basando sus demostraciones en la totalidad de Dios y la unidad de Dios y el hombre, Su expresión infinita.
Agradezco por la ayuda siempre pronta de los practicistas en tanto que nuestra familia vivió en los Estados Unidos y por la instrucción en una clase autorizada de la Christian Science tomada recientemente, la cual he hallado de gran ayuda para resolver problemas en un país donde todavía no figuran practicistas listados en el Christian Science Journal.
Y finalmente deseo dar gracias por los maravillosos discos no solamente de los himnos de Mrs. Eddy mas también de otros que aparecen en el Himnario de la Christian Science, además por varios artículos publicados en el Christian Science Journal y el Christian Science Sentinel. Estos nos han ayudado tanto a mi esposo como a mí, capacitándonos para dar a nuestros niños un conocimiento útil y practicable de la Christian Science. Nosotros damos a nuestros niños instrucción según la Escuela Dominical de la Christian Science en nuestro hogar con el objeto de que se familiaricen con las verdades contenidas en la Biblia y en Ciencia y Salud. — Valencia, Venezuela.