Hace ya muchos años que siento un gran deseo de expresar en un testimonio mi profunda gratitud por el hecho que al tiempo del nacimiento de mi primer niño me valí del tratamiento según la Christian Science. Y ahora es para mí motivo de gran gozo expresar gratitud por el nacimiento subsiguiente de mis dos últimos niños que ha sido muy armonioso bajo el tratamiento de la Christian Science.
La primera demostración fué por cierto difícil para mí. Hacía poco que estudiaba esta Ciencia y tenía mucho temor cuando se me presentaban problemas. El obstétrico era muy competente, supuestamente en armonía con los puntos de vista de una Científica Cristiana, no obstante demostraba tener un gran sentido de responsabilidad personal por cada paciente.
Gracias a las constantes y afectuosas afirmaciones de la verdad proferidas en aquel entonces por un practicista de la Christian Science y a mi propio estudio, los temores del médico disminuyeron.
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