¿Qué lugar ocupan la historia y la geografía contenidas en la Biblia en el trabajo del instructor de una Escuela Dominical de la Christian Science? Esta es una pregunta que oímos formular frecuentemente.
Nuestra Guía, Mrs. Eddy, ha provisto en el Manual de la Iglesia (Art. XX., Sec. 2) esto: “A los niños de la Escuela Dominical se les enseñarán las Escrituras y se les instruirá según su capacidad para comprender el significado más elemental del Principio divino que se les enseña.” También ha dicho (Sec. 3) que “las enseñanzas que se impartan a estos niños no deben desviarse de la Christian Science absoluta que contiene su libro de texto.” Por lo tanto las Escrituras deben ser presentadas a los niños en su significado espiritual tal como lo elucida nuestro libro de texto, Ciencia y Salud por Mrs. Eddy. Ella ha escrito lo siguiente (ibid., pág. 241): “Quitad la significación espiritual de las Escrituras, y esa compilación no sería más eficaz para ayudar a los mortales que los rayos de luna para derretir un río helado.”
“Las primeras lecciones” y “las lecciones que sigan,” como las define el Manual de la Iglesia, se basan sobre la Biblia. La enseñanza de las Escrituras debe tener relación directa con la lección espiritual que se está enseñando. Al enseñar los Mandamientos, las Bienaventuranzas, el Padrenuestro con su interpretación espiritual, como aparece en las páginas 16 y 17 de Ciencia y Salud, y las Lecciones Bíblicas editadas en el Cuaderno Trimestral de la Christian Science, el instructor hallará la oportunidad de familiarizar a los alumnos con las numerosas narraciones bíblicas y pasajes que tanto iluminan. De este modo se revela el significado espiritual de la Biblia, y sus tesoros son traídos a la luz.
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