Skip to main content Skip to search Skip to header Skip to footer

“Si hijos, luego herederos”

Del número de julio de 1961 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana


En el capítulo ocho de la epístola de Pablo a los romanos hallamos la declaración del hecho fundamental de que “somos hijos de Dios; y si hijos, luego herederos; herederos de Dios, y coherederos con Cristo”. ¿Qué declaración podría inspirarnos más confianza acerca de nuestra unión con Dios que ésta? ¡Qué posibilidades de fruición del bien más estupendas se abren ante nuestra experiencia individual a través de este conocimiento consolador!

Numerosas son las referencias que pueden hallarse en la Biblia desde el Génesis hasta el Apocalipsis, que substancian la verdad de que el hombre es la semejanza de Dios, Su hijo y el heredero del trono.

Así como el que hereda una fortuna por ley debe probar que es el heredero legítimo, también el estudiante de la Christian Science debe probar su relación con el Padre-Madre Dios, y percibir y aceptar el bien que le ha sido otorgado por su sabio y afectuoso Padre. En vista de que Dios es la Mente, el hombre es la expresión de la inteligencia. En razón de que Dios es Amor, el hombre es afectuoso y amable. Porque Dios es el Todo-en-todo, el hombre posee por derecho divino todo aquello que es duradero y verdadero. Mrs. Eddy dice (Ciencia y Salud, págs. 205, 206): “Cuando comprendamos plenamente nuestra relación con lo Divino, no podremos tener ninguna otra Mente que la Suya,— ningún otro Amor, sabiduría o Verdad, ningún otro concepto de la Vida, y ninguna consciencia de la existencia del error o de la materia.”

Iniciar sesión para ver esta página

Para tener acceso total a los Heraldos, active una cuenta usando su suscripción impresa del Heraldo ¡o suscríbase hoy a JSH-Online!

Para explorar más contenido similar a este, lo invitamos a registrarse para recibir notificaciones semanales del Heraldo. Recibirá artículos, grabaciones de audio y anuncios directamente por WhatsApp o correo electrónico. 

Registrarse

Más en este número / julio de 1961

La misión del Heraldo

 “... para proclamar la actividad y disponibilidad universales de la Verdad...”

                                                                                                          Mary Baker Eddy

Saber más acerca del Heraldo y su misión.