El sacrificio significaba originalmente una oferta material que se hacía a una deidad en señal de adoración o expiación. Según costumbre moderna quiere decir abandonar por amor a los demás, objetos y cosas que apreciamos.
Iniciar sesión para ver esta página
Para tener acceso total a los Heraldos, active una cuenta usando su suscripción impresa del Heraldo ¡o suscríbase hoy a JSH-Online!