El sacrificio significaba originalmente una oferta material que se hacía a una deidad en señal de adoración o expiación. Según costumbre moderna quiere decir abandonar por amor a los demás, objetos y cosas que apreciamos. Pero el sacrificio verdadero significa el gozo de dejar todo por el Cristo, la Verdad.
Cristo Jesús dijo (Mateo 10:37, 38): “El que ama a padre o a madre más que a mí, no es digno de mí; y el que ama a hijo o a hija más que a mí, no es digno de mí; y el que no toma su cruz y sigue en pos de mí, no es digno de mí.” Llevar la cruz significa que debemos hacer muchos sacrificios personales para poder vencer el pecado y el error, y esto afortunadamente nos alivia del materialismo el cual esconde la Verdad.
Los religionarios, los estadistas, los científicos y otros, incluso los hombres y mujeres en las fuerzas armadas hacen sacrificios por el bien de la humanidad. Pero los sacrificios materiales solamente no aportan la recompensa del gozo que Jesús indicó, se manifestaría para aquellos que moraran en su amor.
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