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El papel que juega la paciencia

Del número de enero de 1963 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana


Hablando de las persecuciones que más tarde experimentarían, Cristo Jesús dijo a sus discípulos (Lucas 21:19): “En vuestra paciencia ganaréis vuestras almas.” La paciencia se halla relacionada íntimamente con cualidades tales como la humildad, la tolerancia, la fe, la gentileza y la serenidad. Se demuestra mejor en una fe permanente en el bien, en una absoluta certeza de que Dios, el Espíritu, es todo.

Mediante el fiel ejercicio de la paciencia, el estudiante de la Christian Science se ve ayudado hacia la demostración de que el hombre verdadero, hecho a la semejanza del Espíritu, es en realidad el único hombre que existe.

Mrs. Eddy escribe en Ciencia y Salud en la página 4 lo siguiente: “Más que nada necesitamos la oración del deseo ferviente de crecer en gracia, expresándose en paciencia, humildad, amor y buenas obras.” La paciencia es el reconocimiento de que la capacidad que Dios otorga al hombre nos dará el poder de contar con la fortaleza, la libertad y el gozo que necesitamos para enfrentar cualquier situación discordante que se nos presente.

El reconocimiento leal y constante de la totalidad de Dios, la Mente divina, es recompensado por la revelación del Cristo, la idea de Dios en nuestra consciencia. Cuando paciente y sinceramente nos esforzamos por identificarnos con el hombre que Dios creó, espiritualmente íntegro y perfecto, el Cristo se convierte en algo muy real para nosotros, experimentamos la armonía y nos sentimos libres de la animalidad. Esta venida del Cristo hace que nos esforcemos por adquirir un estado de mente similar al de Cristo más permanente.

Nunca puede insistirse demasiado en la importancia que tiene la paciencia en la curación espiritual. Si el Científico Cristiano ha comprendido la verdad acerca de Dios y de Su imagen y semejanza, el hombre, sin que la manifestación de la salud se hubiera hecho aparente, su único recurso es el de renunciar pacientemente a la voluntad humana y con toda confianza mantener la comprensión de que solamente el bien y la armonía son verdaderos. Junto con la verdad y el amor espirituales, la paciencia trae a la tierra el reino del cielo.

Con la paciencia y una compasión insuperada por los mortales, Jesús pudo enseñar a sus discípulos la senda que los guiaría a la Vida eterna. El Apóstol Pablo reprendió pacientemente y exhortó a sus hermanos a que contemplaran al Cristo en todos sus pensamientos, acciones y relaciones mutuas.

No hay situación humana que no pueda mejorarse o relación discordante sin solución. Demostrando pacientemente la consciencia del Cristo, espiritualizaremos de tal modo nuestra manera de pensar que nos permitirá albergar sólo las ideas de Dios puras, perfectas y afectuosas.

Nuestra amada Guía nos aconseja afectuosamente lo siguiente (Ciencia y Salud, pág. 242): “En paciente obediencia a un Dios paciente, laboremos por deshacer con el disolvente universal del Amor la dureza adamantina del error—la obstinación, la justificación propia y el egoísmo—que lucha contra la espiritualidad y es la ley del pecado y la muerte.”

Al tratar con nuestro prójimo la paciencia es muy deseable, esa paciencia que nos inspirará a contemplarle en su identidad verdadera como hijo perfecto de Dios. También es imperativo que no adoptemos una actitud de condenación propia por nuestros defectos, mas la expresión de la perfección debe ser nuestra meta principal.

El reconocer que nuestros pacientes esfuerzos están desarrollando nuestro progreso hacia el Espíritu, será nuestro aliciente. En Romanos (5:3,4) leemos lo siguiente: “Nos gloriamos también en nuestras tribulaciones; sabiendo que la tribulación obra paciencia; y la paciencia, prueba de fe; y la prueba de fe, esperanza.”

Los recuerdos atormentadores de una experiencia desagradable a menudo señalan el momento de un cambio en nuestras actividades humanas, pues entonces nos sentimos estimulados a hacer vigorosos esfuerzos hacia el mejoramiento moral y la regeneración espiritual. La paciencia contribuirá grandemente a que esta transformación sea posible. De este modo el infeliz incidente encierra en sí una bendición.

La Christian Science le enseñará día a día al estudiante sincero cuán importante es ejercer la paciencia con su familia, sus amigos, sus negocios, sus conocidos en la iglesia y consigo mismo. Siempre debiera hacerse énfasis sobre el papel que juega la paciencia en la solución de nuestros problemas, pues a medida que expresamos la paciencia, se manifestará nuestro progreso espiritual.

La paciencia trae una recompensa segura. Estas palabras de la Biblia señalan los gloriosos resultados que aporta (Santiago 1:12): “Bienaventurado el hombre que soporta la tentación; porque cuando haya sido probado, recibirá la corona de vida, que ha prometido el Señor a los que le aman.”

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