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[Original en francés]

La Christian Science me fue presentada...

Del número de enero de 1963 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana


La Christian Science me fue presentada hace muchos años en una época en que me hallaba sufriendo de una profunda depresión. Una compañera de trabajo que había notado cuán infeliz era yo, me invitó a que conociera a su madre. Después de conocerla y conversar con ella seguí su consejo y fui a ver a una practicista de la Christian Science, la cual me inspiró gran confianza pues me recibió muy amablemente.

Me hizo dos preguntas. Una de ellas fue: “¿Cree Ud. en Dios?” a lo que respondí: “Por cierto que sí.”

Luego me preguntó: “¿Cree que Dios es capaz de hacer algo por Ud.?” Y mi respuesta fue: “Creo que por la humanidad en general sí, pero no por mí en mi situación actual!”

“Y ¿por qué no?” me preguntó la practicista. Después de una breve conversación me retiré.

Mientras caminaba me pareció que “de repente resplandeció alrededor ... una luz desde el cielo” tal como lo experimentara Pablo (Hechos 9:3). Sentí un gozo muy grande. Me vi sanada de la depresión enseguida y completamente. Volví a ver a la practicista para preguntarle qué era lo que me había acontecido. Me aconsejó que asistiera a una reunión vespertina de testimonios del miércoles y al servicio del domingo de una iglesia de la Christian Science, lo cual hice. También compré una Biblia y un ejemplar del libro de texto “Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras,” por Mary Baker Eddy. Medité profundamente acerca de estas dos obras. Desde entonces no he tenido que recurrir a las medicinas materiales.

Más tarde cuando experimenté graves y dolorosos síntomas de sinusitis y uremia, fui sanada en poco tiempo mediante la ayuda de una practicista que vino a verme cuando guardaba cama. La curación se llevó a cabo sin otra ayuda que la de la Christian Science. En esa ocasión pude comprender la verdad que encerraba la declaración que aparece en Ciencia y Salud (pág. 350) y que dice: “La Verdad divina tiene que ser conocida por sus efectos en el cuerpo así como en la mente, antes de que la Ciencia del ser pueda ser demostrada.”

La bondad del Amor divino me ha sido revelada y muchos errores tales como el temor, la animosidad y la falta de fondos, han sido eliminados mediante la realización de la verdad.

Estoy muy agradecida por toda la literatura de la Christian Science tan sabiamente fundada por Mrs. Eddy, y también agradezco por las inspiradoras palabras de los himnos del Himnario de la Christian Science. Me siento feliz por ser miembro de La Iglesia Madre y de una Sociedad de la Christian Science. —

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