Skip to main content Skip to search Skip to header Skip to footer

El discernimiento espiritual: Su importancia para la curación

Del número de abril de 1963 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana


Mucha gente se halla preocupada por la ola de materialismo siempre en aumento, que amenaza destruir los valores morales y espirituales que hacen que nuestra civilización y cultura sean dignas de ser preservadas. Existe empero, una sensación de insuficiencia en cuanto a lo que se debe hacer al respecto.

Los practicistas de la Christian Science hallan que cuando proveen las necesidades espirituales de aquellos que piden ayuda, lo que parecen ser necesidades físicas como también morales son provistas adecuadamente y el individuo gradualmente desarrolla una sensación de superioridad sobre su medio ambiente. No cabe duda que este fue el secreto del éxito de Cristo Jesús al sanar “toda dolencia y toda enfermedad entre el pueblo” (Mateo 4:23).

Los relatos de su misión sanadora en los Evangelios, a pesar de ser fragmentarios, impresionan por el hecho que Jesús poseía un discernimiento espiritual que lo capacitaba para penetrar hasta lo más profundo de los problemas humanos y hacerles frente desde su base, es decir, espiritualmente. Esto constituía un factor primario en las observaciones que hizo y en las notables obras que llevó a cabo.

Sin comprender la naturaleza o el propósito de sus obras de curación, los fariseos las tergiversaron diciendo: “Este no echa fuera los demonios sino en unión con Beelzebub, príncipe de los demonios” (Mateo 12:24). “Jesús, pues, que conocía los pensamientos de ellos, les dijo: Todo reino dividido contra sí mismo, se destruye; ... Y si Satanás echa fuera a Satanás, contra sí mismo está dividido; ¿cómo, pues, permanecerá su reino?”

Mary Baker Eddy señala cuán importante es el discernimiento espiritual similar al del Maestro cuando dijo “Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras” (página 95): “Nos acercamos a Dios, o la Vida, en proporción a nuestra espiritualidad, nuestra fidelidad a la Verdad y al Amor; y en esa misma proporción conocemos toda necesidad humana y podemos percibir el pensamiento del enfermo y del pecador con el objeto de sanarlos.” En el párrafo siguiente ella dice: “La habilidad mayor o menor de un Científico Cristiano para percibir el pensamiento científicamente depende de su genuina espiritualidad.” Luego explica que un discernimiento así no debe ser confundido con la clarividencia.

A pesar de que el discernimiento espiritual es una dádiva de Dios, nosotros debemos desarrollarlo, y no existe mejor manera de hacerlo que el practicarlo diariamente en el discernimiento espiritual de los hechos espirituales y aplicando estos hechos a la experiencia humana, tal como nos lo enseñan a hacerlo la Biblia y los escritos de Mrs. Eddy, quien descubrió y fundó la Christian Science. Nosotros desarrollamos este discernimiento mediante la oración, por medio de la comunión con Dios, con lo cual nos tornamos conscientes del orden divino del ser, tal como existe en la Ciencia, y animados por el deseo desinteresado de compartir el fruto de nuestro discernimiento con los demás en la medida en que relacionamos lo que discernimos con las necesidades de la humanidad.

El discernimiento espiritual nos capacita para estar conscientes de los hechos espirituales antes de que aparezcan humanamente. Nos damos cuenta que mediante la Ciencia divina aquello que discernimos aparecerá humanamente de una manera que podemos comprender y apreciar. La consciencia humana asume una naturaleza más divina a medida que las cualidades de la divinidad se hacen disponibles para la humanidad.

Cuando desarrollamos este discernimiento, encaramos los problemas de la experiencia humana que son contrarios a la realidad espiritual, con la autoridad que el discernimiento nos da. De esa manera somos capaces de repudiar eficazmente cualquier cosa que al parecer proviene de Dios, pero que en realidad no proviene de El. Así es como nos sobreponemos al pecado y la enfermedad en la Christian Science.

Cuanto más alertas estamos en nuestro discernimiento espiritual, tanto más éxito tendremos en la aplicación de la Verdad divina a las situaciones que se nos presenten, ya sean para ser corregidas o solucionadas. Esta es la razón por la cual esta Ciencia demanda nuestro crecimiento espiritual para que seamos capaces de “percibir el pensamiento del enfermo y del pecador con el objeto de sanarlos.” Entonces veremos que aunque conscientes de ellos o no, aquellos que se tornan a la Christian Science para ser sanados, tienen más necesidad de alimento espiritual y de seguridad del poder sanador del Amor que de ninguna otra cosa.

La Christian Science nos capacita para probar que todo aquello que parece ser, pero no obstante se opone a la totalidad de Dios, no posee realidad, haciendo caso omiso de las creencias falsas que pretenden lo contrario. Cuando vemos y experimentamos lo que Dios no ha hecho, estamos contemplando meramente las imágenes falsas del pensamiento que la mente mortal desarrolla en su pretensión de ser la mente que no es.

Mucha es la necesidad que hay en el mundo. La gente se encuentra desnutrida y, en muchos casos, empobrecida espiritualmente. Como resultado, creen que se encuentran subordinados al cuerpo y a las falsedades que abrigan y que debilitan la vida.

Identificándonos con el hombre que Dios hizo, demostramos el dominio con el cual Dios dotó al hombre desde el principio (véase Génesis 1:26) mediante el cual podemos elevarnos por sobre nuestro medio ambiente. Al discernir la creación mediante el sentido espiritual, contemplamos y reclamamos la armonía y el orden que dan testimonio del gobierno absoluto del poder de Dios, el Principio divino creador y animador.

Para explorar más contenido similar a este, lo invitamos a registrarse para recibir notificaciones semanales del Heraldo. Recibirá artículos, grabaciones de audio y anuncios directamente por WhatsApp o correo electrónico. 

Registrarse

Más en este número / abril de 1963

La misión del Heraldo

 “... para proclamar la actividad y disponibilidad universales de la Verdad...”

                                                                                                          Mary Baker Eddy

Saber más acerca del Heraldo y su misión.