La amistad a menudo nace cuando se comparten ideas afines. Y cuando estas ideas son buenas y puras debido a que emanan de la Mente, Dios, desarrollan una íntima amistad tanto genuina como permanente en razón de que, de acuerdo con las enseñanzas de la Ciencia Cristiana, este compañerismo es la expresión de la Mente, la irradiación del Amor.
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