Hoy en día hay muchas revistas y secciones especiales en los periódicos que tratan de todo lo relacionado con los hogares. Todos ellos tienen mucho que decir sobre cómo construir una casa, cómo debería lucir y cómo decorarla. En la Ciencia Cristiana aprendemos que somos ideas de la Mente, Dios, y que nuestro verdadero hogar es nuestra consciencia de la Mente y sus cualidades. No descuidamos las ventajas materiales modernas, sino más bien hacemos uso de ellas en la medida que son necesarias y que nos ayudan a expresar un verdadero concepto de hogar.
Nuestra Guía, Mrs. Eddy, tenía un elevado concepto del hogar. En la página 100 de Miscellaneous Writings (Escritos Misceláneos) ella dice: “La compasión pura, la amistad, el hogar, el intercambio de los afectos, traen a la tierra un anticipo del cielo. Combinan el gozo terrenal con el celestial, coronándolos de bendiciones infinitas”. En otras partes de sus escritos compara el hogar con el cielo. Cristo Jesús dijo a sus discípulos: “predicad, diciendo: El reino de los cielos se ha acercado” (Mateo 10:7). Así como el reino de los cielos está siempre cerca, así también podemos estar conscientes de la presencia del hogar.
Las cualidades de Dios, tales como la paz, la armonía, el orden, la pureza, la lozanía y la belleza, pueden encontrarse justo en nuestros propios hogares humanos. Pero estas cualidades no deberían limitarse a nuestros hogares, deberían expandirse hacia toda nuestra comunidad. Como resultado de la espiritualización de nuestros pensamientos acerca del hogar, expresamos armonía y atraemos a aquellos que están buscando un lugar de refugio donde puedan obtener comprensión y estímulo.
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