¡Qué glorioso día! Esto fue lo que pensé cuando sentí que me liberaba del peso agobiador del temor. Hace algún tiempo, un día en que volvía del trabajo a mi casa, sentí un fuerte dolor en el pecho, en la región del corazón. Además del dolor, se me entumeció el lado izquierdo del cuerpo. Fue un temor casi irresistible, e inmediatamente recurrí a mi comprensión de la Ciencia CristianaChristian Science: Pronunciado Crischan Sáiens. en busca de ayuda y oré a Dios. Proseguí mi camino a casa repitiendo “la declaración científica del ser” que se encuentra en el libro de texto de la Ciencia Cristiana, Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras por Mary Baker Eddy. Esta declaración concluye con las siguientes palabras: “El Espíritu es Dios, y el hombre es Su imagen y semejanza. Por lo tanto el hombre no es material; él es espiritual” (pág. 468).
Al llegar a casa llamé a una practicista de la Ciencia Cristiana para que me ayudara. Inmediatamente la practicista comenzó a darme tratamiento por medio de la oración. A medida que leía la Biblia y Ciencia y Salud, sentía que el temor disminuía y las palabras con que comienzo este testimonio llenaron mi pensamiento. Con una claridad mayor que nunca me vi a mí mismo como un ser espiritual. La consciencia que tuve de Dios como Amor divino, que me rodeó, me elevó y me sacó del temor mortal y de pensamientos mortales restrictivos fue una experiencia llena de bendiciones, que no se puede describir. Comprendí de inmediato que estaba bien; en verdad, con este amor rodeándome totalmente, no podía ser de otra manera. Pasé los dos días siguientes leyendo y estudiando la Biblia y Ciencia y Salud. Ya no me vi a mí mismo como un mortal enfermo, sino como el reflejo espiritual del Amor divino.
Al tercer día de ocurrir este incidente, volví a mi trabajo. ¡La curación fue un acontecimiento maravilloso! Tres semanas más tarde tuve el gran placer de recibir clase de instrucción primaria en la Ciencia Cristiana.