Cristo Jesús dijo a sus discípulos que él había venido “para dar su vida en rescate por muchos” (Mateo 20:28). Estas palabras han sido mal comprendidas y mal interpretadas. En ningún momento Jesús dijo, o dio a entender, que su crucifixión era un sacrificio o un rescate para aquellos mortales que simplemente lo aceptaran a él, o lo reconocieran, como su Salvador. Sin embargo, eso es lo que muchos sinceros guías religiosos dan a entender.
Jesús le dijo a una mujer, evidentemente arrepentida, “vete, y no peques más” (Juan 8:11). Esto indica claramente que el Maestro le impuso a ella una obligación continua; de otro modo la puerta hubiera quedado abierta para la repetición de la ofensa. La pecadora tuvo que pagar su propio rescate y lo hizo, descubriendo su pecado y renunciando a él.
Mrs. Eddy explica la manera de proceder de Jesús con estas palabras: “El hizo bien la obra de la vida, no sólo en justicia a sí mismo, sino por misericordia a los mortales, — para enseñarles a hacer la suya, pero no para hacerla por ellos ni para relevarlos siquiera de una sola responsabilidad” (Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras, pág. 18).
Iniciar sesión para ver esta página
Para tener acceso total a los Heraldos, active una cuenta usando su suscripción impresa del Heraldo ¡o suscríbase hoy a JSH-Online!