La curación por medios espirituales sigue ganando terreno y cada vez más gente desea saber acerca de su práctica, efectividad y alcance. La Ciencia Cristiana viene presentando la curación espiritual al mundo desde hace más de 140 años. Para hablar sobre este tema de sumo interés para todo aquel que desea aprender a ayudarse a sí mismo y a los demás mediante la curación espiritual, Enrique Smeke, Redactor Jefe de El Heraldo de la Ciencia Cristiana—Edición Radial, entrevistó a Olga Chaffee y a Christiane West Little, practicistas y maestras de la Ciencia Cristiana.
¿Con quién comienza la curación espiritual?
Olga: Bueno, siempre empieza con Dios. Él es el Principio, el comienzo de todo. Él es el único Creador, la Vida misma, la Verdad. De modo que si queremos resolver cualquier situación recurriendo a medios espirituales, lo primero que es necesario hacer es recurrir a Dios, de la manera en que la gente en la Biblia descubrió cómo comunicarse con Él.
Esta comunicación con Dios la realizamos mediante la oración, pero es importante comprender en qué consiste esta oración. La experiencia me ha demostrado que orar no tiene nada que ver con hablar y repetir largas oraciones, sino que es escuchar la palabra de Dios. No se trata de que Dios me escuche a mí, sino que yo Lo escuche a Él. Para lograrlo necesito estar callada, es decir, debo acallar mi pensamiento. Y eso requiere humildad y confianza en Dios. Una confianza basada en un entendimiento de lo que es Dios, no en una fe ciega, pensando que si digo ciertas palabras de una manera determinada Él me va a oír y responderá a mi oración.
¿Qué lugar tiene Cristo Jesús en la práctica de la curación espiritual?
Christiane: Jesús es el Maestro perfecto de la curación espiritual. Él comprendía muy claramente lo que es Dios, y sentía Su presencia en todo momento, de modo que se dirigía siempre a Él. Jesús dijo que por sí mismo él no podía hacer nada, pero que el Padre obra en cada uno de nosotros.
La Ciencia Cristiana se basa en las enseñanzas de la Biblia. El Antiguo Testamento revela cómo la gente empezó paulatinamente a comprender con más claridad qué es Dios, y en el Nuevo Testamento llegó a esa comprensión perfecta que se manifestó en las enseñanzas que Jesús trajo a la humanidad.
Mary Baker Eddy, la Descubridora de la Ciencia Cristiana, no inventó nada en realidad, sino que encontró en la Biblia la Palabra divina y captó su significado espiritual. En ella encontró a un Dios que es totalmente bueno, el Espíritu único, el Principio divino de nuestra vida. Jesús demostró en cada una de sus obras que la curación espiritual está totalmente basada en las leyes divinas que nos gobiernan, es decir, la ley de la salud, de la armonía, del bienestar, de la provisión, de la abundancia, del reino de Dios. Las obras de Jesús fueron maravillosas, aunque no milagrosas. Lo que él estaba demostrando era la Ciencia divina del ser.
Olga: Me gustaría mencionar este pasaje del Evangelio de Juan en la Biblia: "A todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios, los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios".Juan 1:12, 13. Esto tiene gran significado en la práctica de la Ciencia Cristiana porque Jesús, además de enseñarnos lo que es Dios, también nos demostró que el hombre es el hijo de Dios, y esto es fundamental en la práctica de la curación por medio de la oración.
También en Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras, por Mary Baker Eddy, leemos lo siguiente: "Jesús de Nazaret enseñó y demostró la unidad del hombre con el Padre, y por eso le debemos homenaje eterno. Su misión fue a la vez individual y colectiva. Él hizo bien la obra de la vida, no sólo en justicia para consigo mismo, sino por misericordia para con los mortales—para enseñarles a hacerla ellos mismos pero no para hacerla por ellos ni para eximirlos de una sola responsabilidad".Ciencia y Salud, pág. 18.
Por eso es importante estudiar y entender la palabra inspirada de la Biblia, así como el libro Ciencia y Salud, mediante el cual encontramos el significado inspirado de los textos bíblicos.
Los maestros de la Ciencia Cristiana, además de practicar este método de curación como profesión, dan clases anuales de Ciencia Cristiana en las que exponen la base de la curación espiritual. ¿Quisieran comentar en qué consisten estas clases?
Olga: Estas son las clases Primarias que los maestros autorizados de la Ciencia Cristiana enseñan una vez al año. La Sra. Eddy dejó estipulado cómo se deben conducir y qué se debe enseñar en estas clases. Las mismas constan de doce sesiones que se basan pura y exclusivamente en el capítulo titulado "Recapitulación", en Ciencia y Salud. Ella también dejó instrucciones para todos los maestros en el Manual de La Iglesia Madre. El Estatuto se encuentra en el Artículo XXVI, Sección 1, y dice así: "Móvil para enseñar. Sección 1. La enseñanza de Ciencia Cristiana no debe ser cuestión de dinero, sino de moral y de religión, de curación y elevación de la raza".
Christiane: El capítulo "Recapitulación" contiene respuestas a preguntas como: "¿Qué es Dios?" "¿Hay más de un Dios o Principio?" Y desarrollar estas respuestas nos ayuda a comprender mejor quiénes somos nosotros como hijos de Dios, como Su creación. De esta manera, comenzando con Dios, empezamos a comprender también las leyes divinas que nos gobiernan. El Antiguo Testamento en Isaías dice: "Mirad a mí, y sed salvos, todos los términos de la tierra, porque yo soy Dios, y no hay más".Isaías 45:22. Esto nos ayuda a percibir más claramente a quién nos tornamos en busca de inspiración y ayuda, al Principio mismo de nuestra vida, a las leyes divinas que nos gobiernan, al bien infinito que está aquí disponible para todos, universalmente.
Me gusta mucho lo que escribió la Sra. Eddy cuando dice que Jesús "hizo bien la obra de la vida, no sólo en justicia para consigo mismo, sino por misericordia para con los mortales".Ciencia y Salud, pág. 18.Y nosotros, como sus seguidores, practicamos esta Ciencia no simplemente para sentirnos mejor, o para nuestro bienestar personal, sino para elevar a la raza humana, para elevar el pensamiento general, para que poco a poco cada uno pueda darse cuenta de que "la Biblia contiene la receta para toda curación",Véase Ibíd., pág. 406. es decir, las leyes divinas que Mary Baker Eddy descubrió.
Olga: Si bien algunos de nosotros conocemos esta Ciencia desde que éramos pequeños, y asistimos a la Escuela Dominical, llega el momento en que ese conocimiento básico nos empuja a ir a un lugar mental más amplio y elevado, y es justamente la clase Primaria lo que nos permite lograrlo.
Aunque hay mucha genta que no conoció la Ciencia Cristiana de niños, o no asistió a la Escuela Dominical, se puede decir que es el Cristo el que llega al corazón para que la gente tenga ese deseo sincero de tener una comprensión más espiritual de Dios.
Olga: Así es, llega a cada uno de nosotros, porque el hecho de que alguien haya conocido la Ciencia Cristiana desde niño no es ninguna garantía de que realmente entienda su enseñanza. El llegar a conocer mejor a Dios es un derecho divino que tenemos todos, y este derecho viene de Dios y no opera a través de costumbres de familia ni a causa de que se imponga como una obligación.
Si alguno está interesado en tomar esta clase Primaria, ¿cómo tiene que hacer para conseguir un maestro?
Olga: Cada número de El Heraldo de la Ciencia Cristiana tiene un directorio con la lista completa de los maestros que enseñan en dicho idioma. La clase se enseña en nueve idiomas, incluido el inglés. Los directorios en estos idiomas se pueden encontrar en el sitio Web www.elheraldocc.com, y la lista completa de maestros en http://christianscience.com/teachers/.
Los que deseen tomar esta clase, ¿tienen que cumplir algunos requisitos especiales? ¿Es necesario tener un conocimiento previo de la Ciencia Cristiana?
Olga: Depende; por eso es tan importante tener una entrevista con el maestro antes de comenzar la clase, porque sólo a través de una entrevista puede el maestro determinar cuánto conoce sobre esta Ciencia la persona que desea tomar la clase. En algunos casos, ayuda muchísimo tener conocimiento previo de lo que es la Ciencia Cristiana. Mucha gente encuentra hoy la Ciencia Cristiana por medio de los programas radiales de El Heraldo. Los escuchan, después buscan una iglesia en su comunidad, consiguen la Biblia y Ciencia y Salud, y cuando comienzan a leer se les despierta ese deseo, esa curiosidad por saber más.
Otro aspecto importante es que posiblemente el maestro le pedirá al alumno que deje de lado todo tipo de ocupación y preocupación para que pueda dedicar ese tiempo de instrucción pura y exclusivamente para estudiar. Es decir que, si uno tiene un empleo, tendrá que pedir licencia para tener esos días libres, y si tiene otras obligaciones también tendrá que encontrar alguna manera de solucionar eso. El requisito esencial es que se pueda tener esa libertad mental para dedicarse de pleno a este aprendizaje durante esos días.
Christiane: Sí, y también es la oración la que nos lleva a encontrar al maestro que es mejor para cada uno, así como a encontrar las soluciones para dedicarse por completo a esta clase de 12 sesiones. Y siempre hay una solución. Por ejemplo, cuando yo tomé clase tenía tres niños pequeños. Oré sabiendo que Dios abriría el camino. Se presentó una buena solución: mi querida hermana vino de Viena, Austria, para quedarse con nosotros varios meses y con mucho cariño cuidó de mis hijos, y así pude asistir a la clase sin ninguna preocupación.
Y, en términos prácticos, ¿qué tan preparado sale el alumno después de haber tomado esas doce sesiones?
Christiane: Yo me acuerdo que salí de la clase Primaria con un entendimiento completamente nuevo de lo que es Dios, de lo que soy yo, de mi propósito en esta vida. Salí con un gran amor por Dios y por la humanidad.
Además, me ayudó a encarar sistemáticamente mediante la oración los problemas de una forma práctica. Si bien me crié en la Ciencia Cristiana, la clase me ayudó a orar con más inspiración, escuchando a Dios. Percibí que la oración no consiste en simplemente volverse a Dios y contarle nuestros problemas, sino en tornarnos a Él, y comprender que estamos recurriendo a un Dios que está siempre presente. Es verdaderamente un despertar que nos permite practicar constantemente la curación espiritual.
¿En qué consiste el tratamiento en la Ciencia Cristiana?
Christiane: Eso es precisamente lo que uno aprende en la clase Primaria. Como hemos dicho, siempre empezamos llenando nuestro pensamiento con lo que es Dios. Y después oramos para vencer esa imposición de la mente carnal que trata de atemorizarnos con sus creencias falsas de enfermedad, o de limitación. De ahí la insistencia de Jesús cuando le decía a la gente: "No temáis". Entonces al orar, cuando doy un tratamiento, empiezo con el entendimiento de la totalidad de Dios, la presencia, el poder y el amor de Dios, la Mente divina que siempre nos ayuda a comprender y a percibir nuestra identidad espiritual que está por siempre intacta. Y muy pronto, si me estoy tratando a mí misma, me digo por ejemplo: "No temas, Dios está aquí. Jamás puedes estar separada del tierno amor y cuidado de Dios. Confía en Él. Sus leyes de salud y armonía te gobiernan".
Olga: A mí me gustaría mencionar lo que responde Mary Baker Eddy, en el capítulo "Recapitulación", a la pregunta "¿Quiere usted explicar lo que es la enfermedad y mostrar cómo debe uno sanarla?" Ella escribe: "El método de curación por la Mente en la Ciencia Cristiana se ha tratado en parte en un capítulo anterior titulado: La práctica de la Ciencia Cristiana. Una respuesta completa a la antedicha pregunta entraña enseñanza, que capacita al sanador para que demuestre y pruebe por sí mismo el Principio y la regla de la Ciencia Cristiana o curación metafísica".ibíd., pág. 493. Por eso la clase es algo tan práctico, porque nos ayuda a encontrar las herramientas para sanar, para practicar esta Ciencia y obtener buenos resultados.
Christiane: Y practicar quiere decir también vivir la Ciencia. No es simplemente pensarla y comprenderla, sino vivirla a diario como hizo Jesús.
¿Por qué dirías que prefieres recurrir a este método de curación y no a otro para solucionar los problemas?
Christiane: Porque estoy convencida de que Dios es Todo. Estoy convencida de que estamos gobernados por Él, la Vida, la Verdad y el Amor. Lo he probado y comprobado, y veo demostraciones de esta Ciencia a mi alrededor. También porque he leído testimonios de curación en El Heraldo. Todo esto me lleva a tener la convicción de que es una Ciencia demostrable y que es, para mí, la respuesta que tiene la humanidad para resolver problemas de toda índole.
Olga: Mi abuela encontró la Ciencia Cristiana antes que yo naciera, así que he visto practicar y demostrar esta Ciencia en mi familia y en mi propia vida durante décadas. Y después, la practiqué al criar a mis hijos, y ahora a mis nietos. Y al igual que Christiane, he visto pruebas y demostraciones por todo el mundo. Por eso me encanta y estoy tan agradecida por El Heraldo que en cada número trae testimonios de curaciones de todas partes del mundo, de gente de toda clase, de todo tipo, de toda cultura, de toda edad. Es algo universal, y estas demostraciones son importantes porque comprueban que estamos tratando realmente con una Ciencia.
Tal vez sería bueno hablar un poco ahora de lo que no incluye o no forma parte de la curación espiritual en la Ciencia Cristiana.
Christiane: La curación espiritual es ceder a las leyes divinas, por lo tanto, no incluye consejo ni opinión ni voluntad humana. No consiste en decir, por ejemplo: "Yo quiero sanar este mes porque tengo que ir de viaje el mes que viene". No. Tampoco es simplemente tomar un versículo de la Biblia y repetirlo una y otra vez. Consiste, en cambio, en dejar que la Mente divina nos gobierne. En Ciencia y Salud, la Sra. Eddy afirma que "el efecto de esta Ciencia es incitar a la mente humana a un cambio de base, sobre la cual pueda dar lugar a la armonía de la Mente divina".ibíd., pág. 162. La curación espiritual es la humildad de aceptar que Dios, el Amor, es el único poder, que no somos lo que los sentidos físicos pretenden indicar, sino que somos la idea, la creación espiritual de Dios, del bien.
Hoy se escucha decir que hay personas que buscan sanar sus problemas de salud con medicina y además tratan de complementar el tratamiento con acupuntura o con homeopatía. ¿Qué dirían de tratar de mezclar el tratamiento por medio de la oración en la Ciencia Cristiana con otro sistema de curación?
Olga: Desde el punto de vista del practicista de la Ciencia Cristiana es absolutamente imposible mezclar dos sistemas, porque, como dijimos, la Ciencia Cristiana se basa pura y exclusivamente en la oración, esa oración que pone a Dios ante todo, y reconoce al hombre como Su imagen y semejanza, un ser totalmente espiritual. Todos los otros sistemas encaran el problema de la enfermedad desde el punto de vista de que el hombre es material, que el cuerpo es algo que necesita curarse y remendarse, y al que hay que hacerle algo. El practicista de la Ciencia Cristiana trabaja con la oración, mientras que el practicante de otros sistemas se basa en métodos materiales y físicos. Entonces, es como tener un tren con una locomotora que va para la izquierda y otra que va para la derecha, y las dos están haciendo fuerza a la misma vez. Esto deja al paciente en el medio y no va para ningún lado. Esto no funciona.
Christiane: Y Mary Baker Eddy tiene una pregunta que enseñamos en la clase Primaria que dice: "¿Incluye la Ciencia Cristiana, o sea la curación metafísica, la medicación, la higiene material, el mesmerismo, el hipnotismo, la teosofía o el espiritismo?" Ella responde: "Ninguno de esos métodos está incluido en ella".Ciencia y Salud, pág. 484.
¿Quisieran dejarnos con un comentario final?
Olga: Sí, me gustaría compartir una cita de la Biblia que desde que era chica siempre tengo presente y me ayuda muchísimo. Es de Romanos, y dice: "Sabemos que a los que aman a Dios todas las cosas les ayudan a bien".Romanos 8:28.
Christiane: Y yo tengo una cita de Ciencia y Salud: "El amor es imparcial y universal en su adaptación y en sus dádivas. Es el manantial abierto que exclama: 'Todos los sedientos venid a las aguas'".Ciencia y Salud, pág. 13.
Enrique: Muchas gracias a las dos por las ideas tan sanadoras, inspiradoras y esclarecedoras que compartieron con nosotros.