Un día, cuando era adolescente, hace ya muchos años, me di cuenta de que tenía una caries en uno de los dientes de atrás. Como conocía el libro Ciencia y Salud con la Llave de las Escrituras por Mary Baker Eddy desde que era niña, decidí tratar esa condición con la Ciencia Cristiana.
En mis primeras oraciones, argumenté que esta caries no era la voluntad de Dios. Él era un Padre-Madre afectuoso que sólo podía traerme el bien.
Empecé a aclarar en mi pensamiento cuál era la verdad acerca de esta situación. Sabía que puesto que Dios es todo el bien, y yo estaba incluida en esa totalidad por ser Su reflejo perfecto, únicamente podía experimentar el bien. Yo era una idea espiritual, no estaba hecha de materia.
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