El mundo se está achicando cada día más. Esto quiere decir que nos estamos acercando cada vez más. Y lo que sucede en lo que antes parecía ser el otro lado del mundo, ahora está a la vuelta de la esquina. Nos estamos transformando en uno.
Esta es “época de elecciones”. Varios países alrededor del mundo están yendo a las urnas, ya sea para elegir presidente, miembros del congreso, o incluso para tratar importantes temas sociales.
Se dice que uno de los elementos claves de la democracia es la activa participación de la gente, en su calidad de ciudadanos, en la política y en la vida cívica. También se dice que el derecho que no se usa, puede perderse. Muchos hemos sido bendecidos con el derecho a tener influencia en el gobierno de nuestros países y de gobernar nuestra propia vida. De modo que, usemos este derecho, y oremos para tener presente en el pensamiento e insistir en el hecho de que Dios está en efecto gobernando el universo, y Él es el único poder que existe. Esta oración y reconocimiento de la omnipotencia y omnipresencia de Dios, puede ayudar a mejorar e iluminar la imagen y el gobierno de nuestros países.
Mary Baker Eddy escribió: “Dios ha dotado al hombre con derechos inalienables, entre los cuales están el gobierno de sí mismo, la razón y la conciencia. El hombre se gobierna a sí mismo debidamente sólo cuando es guiado correctamente y gobernado por su Hacedor, la Verdad y el Amor divinos” (Ciencia y Salud con la Llave de las Escrituras, pág. 106).
Yo siento que esta es una invitación para que comprendamos el gobierno celestial de Dios y demostremos que puede manifestarse en cada aspecto de nuestra vida diaria. Así es como, en este Heraldo, un colaborador cuenta de qué forma el perdón que proviene de Dios nos ayuda a eliminar los pensamientos malos de nuestra consciencia. Mientras que otras colaboradoras indican cómo, al volverse a Dios y percibir su perfección espiritual, sanaron incluso de cáncer de pecho y quistes en un ovario.
Ir a las urnas no debería ser una lucha o competencia, sino más bien una oportunidad para pronunciarse a favor de lo que consideramos que es correcto, puesto que, aunque nuestro candidato preferido no salga electo, nos estamos esforzando por reconocer y ver que la sabiduría, la armonía y la justicia del gobierno de Dios nos gobierna a todos.
Patricia del Castillo
