Teníamos un hermoso terreno de 2600 metros cuadrados, muy bien ubicado, a la entrada del pueblo donde vivimos, junto a un gran estacionamiento. En Francia, cuando la gente compra un lote para construir, necesita terminar la construcción en cuatro años. Es la ley.
Queríamos construir un salón grande para múltiples funciones, el cual era muy necesario en el área. Encontramos un contratista con quien queríamos trabajar. Él nos dio un estimado, que aceptamos, y luego pedimos un préstamo, que nos fue otorgado. El edificio fue terminado a tiempo. Era un salón hermoso de 1200 metros cuadrados, con todas las comodidades.
No obstante, la gente que necesita este tipo de salón, hace sus reservaciones seis meses o un año por adelantado. Como nunca habíamos estado en el mercado, nadie nos conocía, de modo que nadie solicitaba alquilar el salón. Mientras tanto, nosotros teníamos que pagar el préstamo, así como los gastos corrientes como son los servicios públicos, la limpieza, la seguridad, etc. Teníamos algunos clientes, y organizábamos fiestas y otras funciones por nuestra cuenta, pero las mismas no eran suficientes para cubrir los pagos mensuales del préstamo y las cuentas regulares.
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