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El progreso es una ley

Del número de diciembre de 2015 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana

Original en inglés


Durante siglos, la gente ha creído que para alcanzar el cielo y la salvación, deben sufrir y ser pobres. Pero esos pensamientos acerca de Dios están cambiando. ¿Qué tipo de dios requeriría el sufrimiento y la pobreza de sus hijos para bendecirlos? Es difícil amar a un dios así. Sin embargo, la Biblia declara: “Amarás al Señor tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas” (Deuteronomio 6:5).  

La Ciencia Cristiana resuelve esta contradicción al enseñarnos qué es Dios verdaderamente, y demostrando de qué manera una comprensión más clara de Dios y el amor por Él, trae el progreso espiritual y las bendiciones que anhelamos.

Mary Baker Eddy, la Descubridora y Fundadora de la Ciencia Cristiana, escribe: “Dios es la Mente, el Espíritu, el Alma, el Principio, la Vida, la Verdad, el Amor, incorpóreos, divinos, supremos, infinitos” (Ciencia y Salud con la Llave de las Escrituras, pág. 465). Ella explica que, como la Mente única e infinita o Dios —el bien— está siempre presente, los pensamientos de la Mente nunca están estáticos, nunca están obstruidos. La Mente está siempre desenvolviendo su creación espiritual en completa armonía.

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