Queridos lectores de El Heraldo:
La Asamblea Anual de La Iglesia Madre, celebrada en junio en Boston, contó localmente con la presencia de miembros de todas partes del mundo, así como de muchos más a través del Internet. El enfoque de la reunión de este año fue una continuación del año pasado: construir y mantener la misión de iglesia como hizo Cristo Jesús, sobre “el fundamento espiritual de la curación-Cristo” (Mary Baker Eddy, Ciencia y Salud con la Llave de las Escrituras, pág. 136).
Uno podía sentir, a través de los informes y en los corazones de los participantes y asistentes, el valor que se daba a este propósito sagrado, y el renovado compromiso de cumplirlo. Es posible que la tarea parezca a veces enorme, sin embargo, comienza y avanza dentro de la humilde devoción misma que cada uno de nosotros tiene por esta iglesia y su misión sanadora y salvadora en pro de la humanidad. Hay una gran expectativa de responder a las tareas que tenemos por delante enfrentando esta misión como lo hacía nuestra Guía. La Sra. Eddy escribió: “Hoy, aunque regocijándose en algún progreso, todavía se considera una discípula bien dispuesta a la puerta celestial, aguardando la Mente de Cristo” (Ciencia y Salud, pág. ix).
Dondequiera que estemos cada uno en nuestro progreso espiritual, la iglesia es fortalecida por cada esfuerzo humilde que hacemos como discípulos dispuestos “a la puerta celestial” para permitir que la Mente de Cristo nos guíe en nuestros empeños sanadores, en nuestras propias vidas, en nuestras iglesias y en nuestras interacciones con la humanidad y nuestras oraciones por ella. Ningún esfuerzo sincero es insignificante. Cuando el amor de Dios es comprendido y reflejado aunque sea en un solo corazón y mente individuales, su poder para sanar y salvar llega a los corazones y mentes de todos los que son receptivos al amor de Dios. Es así como se construye la iglesia sobre “el fundamento espiritual de la curación-Cristo”. Y esto se está haciendo ahora, hoy, allí mismo donde ustedes están demostrando la verdad. Esto es lo que nos une como un solo cuerpo de iglesia. Ninguno de nosotros está trabajando solo. Estamos trabajando con Dios y el uno con el otro.
Espero que disfruten del informe sobre la Asamblea Anual que publicamos en este Heraldo, y que se sentirán espiritualmente alentados y fortalecidos a medida que escuchen la repetición de la Asamblea Anual, doblada al español, que ahora está disponible en Internet en el sitio Web de La Iglesia Madre (http://christianscience.com/asamblea-anual). El mundo será bendecido a medida que avancen como sanadores cristianos de la era moderna.
Barbara Vining