Yo había sido criado en la fe cristiana, pero como muchos africanos, crecí en un ambiente donde la cultura y la tradición tienen una gran influencia en las creencias que se tienen. Antes de sumergirme profundamente en la lectura y descubrimiento de la Biblia, yo adoraba a los ancestros y pensaba que mis bisabuelos, que murieron antes que yo naciera, podían tomar decisiones malas o buenas sobre mí.
Años después, cuando empecé a cuestionar la exactitud de esta tradición, quise conocer mejor las enseñanzas de la Biblia. Así que empecé a asistir a los servicios dominicales de una iglesia cristiana y a seguir las recomendaciones de la Palabra de la Biblia.
Un día, decidí dejar mi país natal, Camerún, porque mi familia y yo estábamos pasando por una difícil situación social. Me fui con la esperanza de encontrar mejores empleos en otro lado, para poder proveer para mi familia.