Es importante reflexionar acerca de la misión que tuvo Cristo Jesús de despertar nuestra consciencia y mostrarnos el camino de salvación. Por eso nos enseñó que somos espirituales y reflejamos la inteligencia y perfección de Dios.
A través de sus obras, Cristo Jesús nos mostró que somos verdaderamente hijos de Dios, hechos a Su imagen y semejanza, y que jamás perdemos nuestra identidad espiritual.
Por más que la mente mortal quiera convencernos con insistencia de que somos mortales, debemos resolver nuestra salvación de la manera que Cristo Jesús nos enseñó, siendo persistentes en reconocer nuestro origen espiritual, y en desechar los temores y conceptos falsos de la vida que tratan de hacernos creer que hay un poder aparte de Dios.
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