Sentada en el suelo, con los ojos pegados a la pantalla del televisor, me sentía impresionada con los rápidos y precisos movimientos de gimnastas como Nadia Comaneci y Olga Korbut. Aquel día vi el desempeño de Comaneci en las barras asimétricas, que la transformaron en la primera gimnasta en recibir un puntaje perfecto de 10, durante un evento de gimnasia olímpica.
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