Esta es una lección acerca de una oreja, un dedo del pie y el poder del Amor que no tiene oposición alguna.
El Amor divino es el impulso que hace que la Verdad divina sea eficaz: universal, imparcial e instantáneamente. El Amor es la fuente y el agente de la curación. El Amor es el “cómo” y el “por qué” del infalible “qué” y “cuándo” de la Verdad. El anhelo sincero de comprender mejor a Dios como Amor elimina la sensación de estar separados de Dios, y nos permite percibir la confianza y el inexpugnable poder espiritual del Amor.
Muchos conocen el versículo, atribuido al discípulo Juan, que se cita a menudo y dice lo siguiente: “Dios es [A]mor” (1 Juan 4:8). A continuación, Juan declara con firmeza la realidad práctica del poder del Amor perfecto para echar fuera el temor (véase 1 Juan 4:18). Y tal vez hayamos escuchado acerca de curaciones, o hayamos experimentado una nosotros mismos, en la cual uno de los elementos claves para sentir y experimentar la influencia regenerativa del Amor fue el perfecto Amor echando fuera el temor.
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