He descubierto que ser padre es una increíble travesía espiritual. Desde apreciar al nuevo miembro de la familia antes de su llegada, a tener en brazos al bebé por primera vez, a ver brillar la individualidad del infante a medida que crece, el sentimiento de expectativa y alegría es casi indescriptible.
Mientras mi esposo y yo nos preparábamos para recibir a nuestro hijo, muchas veces me encontré reflexionando sobre esta pregunta: “¿Qué clase de madre espero ser?” Para muchos padres que esperan la llegada de un bebé, la respuesta a esta pregunta se basa en tener en cuenta libros sobre paternidad, blogs o incluso los consejos de amigos y familiares. En cierto sentido yo no era (ni soy) diferente.
Pero, si bien encontré en estas fuentes ideas que concordaban con mi propia intuición sobre la maternidad, cuando nació nuestro hijo, muy pronto me vi buscando algo más profundo que las teorías a menudo contradictorias acerca de la paternidad, que se encuentran en esas fuentes. Anhelaba una guía que fuera compasiva, confiable y eficaz.
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