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Original Web

ASAMBLEA ANUAL DE 2025

“A medida que trabajáis, los tiempos adelantan…”

Del número de septiembre de 2025 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana

Apareció primero el 1º de septiembre de 2025 como original para la Web.


“A medida que trabajáis, los tiempos adelantan…” 

Mary Baker Eddy, La Primera Iglesia de Cristo Científico, y Miscelánea, pág. 188

Lo que sigue es una transcripción revisada y abreviada de la Asamblea Anual de 2025 de La Iglesia Madre, que tuvo lugar el 2 de junio en la Extensión de la Iglesia. La repetición completa está disponible en inglés, español, francés, alemán y portugués en christianscience.com/annualmeeting. Todos los enlaces de este informe se podrán ver hasta el 7 de junio de 2026.

Para comenzar la ASAMBLEA Anual, Scott Preller, actual Presidente de la Junta Directiva de la Ciencia Cristiana, dio la bienvenida a la familia de la Iglesia mundial que asistió en persona y a través de Internet. Scott presentó a los otros funcionarios para el próximo año: los colegas miembros de la Junta Directiva Moji George, Mary Alice Rose, Beth Schaefer y Keith Wommack; la Primera Lectora y el Segundo Lector entrantes, Susan Booth Mack Snipes y Robert Witney; la Secretaria Martha Moffett; el Tesorero Lyon Osborn; y el Presidente entrante Josh Niles, practicista y maestro de la Ciencia Cristiana de Boise, Idaho.

Scott Preller: Ninguno de nosotros estaría aquí hoy si no fuera por la obra fundadora de nuestra Pastora Emérita, Mary Baker Eddy. Ese hecho parece especialmente significativo este año, ya que marca los 150 años de la publicación continua de su libro Ciencia y Salud con la Llave de las Escrituras. Tenemos la intención de tener algunos lanzamientos significativos del libro a través de nuestras Salas de Lectura que señalarán este hito. Pero debo decirles que en cada conversación que hemos tenido sobre cómo deberíamos conmemorar este aniversario, siempre volvíamos a una idea: que la “edición” más necesaria del libro de texto para este año son ustedes.

Tenemos que trabajar para ser esa edición de aniversario de Ciencia y Salud por cómo la estudiamos, cómo la vivimos, cómo la demostramos, cómo la compartimos, cómo promovemos sus ideas a través de nuestras vidas. Y a lo largo de la Asamblea Anual de hoy, van a ver diferentes indicios de cómo ese trabajo de ser esa edición de Ciencia y Salud ha estado echando raíces en la vida de las personas.

Después de cantar el Himno N.° 234 del Himnario de la Ciencia Cristiana, Josh leyó pasajes de la Biblia y de los escritos de Mary Baker Eddy. A la oración silenciosa le siguió el Padre Nuestro.

Josh Niles: Como muchos de ustedes saben, a principios de este año la Junta Directiva nos pidió que enviáramos clips de cómo Ciencia y Salud ha impactado y bendecido nuestras vidas. Así que vamos a ver una recopilación de esos clips ahora.

Hablando en video, estudiantes de la Ciencia Cristiana de todo el mundo compartieron su gratitud por lo que el libro de texto ha hecho por ellos (véase 00:24:24 en la repetición de la Asamblea Anual).

A continuación, Mimi Sitterly, de Melbourne, Florida, habló sobre cómo ha estado compartiendo Ciencia y Salud en su comunidad: “En cada reunión anual de nuestra asociación de la Ciencia Cristiana, nuestra maestra nos pide que regalemos o pongamos al alcance del público por lo menos dos ejemplares de Ciencia y Salud durante el año. El año pasado, al considerar este proyecto, el número 50 me vino al pensamiento. Tuve una sensación cálida y maravillosa de que este mensaje era de Dios, y supe que Dios lo apoyaría”. Para la siguiente reunión de la asociación, Mimi había regalado 50 ejemplares del libro de texto. Para obtener más información sobre sus aventuras al compartir Ciencia y Salud, véase 00:26:41 en la repetición de la Asamblea Anual.

Josh presentó un video en el que aparecía Fredy Kaganda, de Princeton, Nueva Jersey, quien encontró la Ciencia Cristiana en línea cuando buscó en Google “curación de epilepsia”. Después de sufrir de esta enfermedad durante muchos años y sentirse aprisionado por ella, fue sanado al estudiar Ciencia y Salud y comprender que Dios lo liberaba de la enfermedad. Para saber más sobre la experiencia de Fredy, véase 00:35:00 en la repetición de la Asamblea Anual.

Después de cantar el Himno N.° 82, Josh presentó al Tesorero.

 

INFORME DEL TESORERO

Lyon Osborn: Con sabiduría y previsión, la Sra. Eddy incluyó disposiciones en el Manual de La Iglesia Madre que seguimos hoy en día para administrar, salvaguardar y gastar adecuadamente los fondos de la Iglesia. Al considerar en oración sus instrucciones, el año pasado fuimos guiados a cambiar el año fiscal de la Iglesia para que terminara en diciembre en lugar de marzo, a fin de cumplir más eficazmente con las responsabilidades de los informes financieros y auditoría incluidas en el Manual. A partir de ahora, el año fiscal de la Iglesia será el año calendario de 12 meses. Para realizar este cambio, acortamos el año fiscal del año pasado a nueve meses, el cual terminó el 31 de diciembre de 2024.

Scott Preller: En nombre de la Junta Directiva, tengo el placer de informarles que, al 31 de diciembre de 2024, la cantidad de fondos disponibles, que incluye el efectivo más las inversiones de la Iglesia, era de $1.835 mil millones de dólares. La Iglesia no tiene deudas, y los gastos para ese año fiscal acortado de nueve meses fueron de 89 millones de dólares. Esa tasa de gasto fue prácticamente idéntica a la tasa de gasto del año anterior.

Lyon Osborn: Es importante entender que el uso de casi la mitad de los ahorros de la Iglesia está restringido de alguna manera, y que el aumento de los ahorros de la Iglesia en los últimos años no se debió a la reserva de las contribuciones de ustedes, sino que fue el resultado de mantener en equilibrio financiero las ganancias de las inversiones, las ganancias de la venta y el arrendamiento de bienes raíces subutilizados de la Iglesia, así como el funcionamiento de la Iglesia. Todas sus donaciones y pagos actuales se están poniendo a trabajar hoy. Sus contribuciones de la capitación y los pagos de suscripciones, así como las generosas donaciones planificadas transmitidas a través de los bienes de los miembros que han fallecido, financian continuamente la obra vital y continua de la Iglesia.

Al igual que en los días de la Sra. Eddy, nos esforzamos por administrar los fondos de la Iglesia de manera responsable, y esperamos que ellos beneficien a esta Iglesia y el trabajo de curación que promueve en los tiempos venideros. Les agradecemos por su buen trabajo y atesoramos todas las formas en que contribuyen a esta Iglesia y a esta gran Causa.

En video, los Científicos Cristianos compartieron cómo fueron bendecidos por medio de su estudio de Ciencia y Salud (véase 00:53:54 en la repetición de la Asamblea Anual). 

A continuación, Josh presentó a Carolyn Gentle, de Yelverton, Devon, Inglaterra. Antes de conocer la Ciencia Cristiana, Carolyn había estado tomando medicamentos para el eczema durante toda su vida. Después de un brote tan grave que fue a un hospital para recibir tratamiento, Carolyn llegó a casa con una bolsa de medicamentos que no controlaban eficazmente los síntomas. “Me sentí muy incómoda, agotada y desesperada”, recordó. “Un día, le pregunté a Dios qué necesitaba saber o hacer en esta situación, y me vino la idea de empezar a leer Ciencia y Salud desde el principio. Así que abrí en el Prefacio y leí: ‘Para los que se apoyan en el infinito sostenedor, el día de hoy está lleno de bendiciones’” (pág. vii). Al entregarse a esta promesa, Carolyn confió en Dios y fue sanada. Para saber más sobre su experiencia, véase 00:56:20 en la repetición de la Asamblea Anual.

Luego vino un testimonio en video de Todd Hollenberg de Lafayette, California. Una noche, Todd tenía mucho dolor y estaba a punto de dirigirse a la sala de emergencias, cuando decidió llamar a un practicista de la Ciencia Cristiana. Todd dijo: “Mi matrimonio de muchos años estaba llegando a su fin, y yo cargaba con una sensación de fracaso y dolor”. El practicista le recomendó un pasaje de Ciencia y Salud: “El pobre cora­zón sufriente necesita su legítimo nutrimento, tal como paz, paciencia en las tribulaciones y un inestimable sentido de la bondad del amado Padre” (pág. 365). Animado a aceptar el amor de Dios, Todd experimentó una profunda inspiración y curación. El dolor desapareció, y ese fue el fin del problema. Para ver el testimonio completo, véase 01:06:05 en la repetición de la Asamblea Anual.

A continuación, Josh presentó a la Secretaria de La Iglesia Madre.

 

INFORME DE LA SECRETARIA

Martha Moffett: Juntos unimos los corazones por amor a la Ciencia Cristiana y gratitud a su Descubridora, Mary Baker Eddy, y nos esforzamos cada día por emular esta forma más elevada y espiritual de pensar y vivir, y seguir a nuestro Mostrador del Camino, Cristo Jesús, en la curación.

Los nuevos miembros de La Iglesia Madre informaron recientemente sobre las maravillosas curaciones y el renovado sentido de propósito y alegría que provienen de aprender, estudiar y practicar la Ciencia Cristiana, y afiliarse a La Iglesia Madre. Uno de ellos compartió lo siguiente: “Cuando tengo problemas de salud, leo Ciencia y Salud con la Llave de las Escrituras, y antes de que me dé cuenta, los desafíos se han ido”.

Otro nuevo miembro declara: “Desde que comencé a estudiar la Ciencia Cristiana, ya no experimento malaria recurrente. Cada vez que estoy enfermo, tomo mis libros, la Biblia y Ciencia y Salud, y empiezo a leer. Entonces soy sanado. He leído sobre la Sra. Eddy y estoy conmovido por la forma en que vivió su vida”. Y he aquí un precioso comentario: “Me sentí muy feliz cuando recibí mi carta de admisión a La Iglesia Madre. Es un privilegio, y siento tremenda humildad al vigilar que mi comportamiento refleje que soy miembro de La Iglesia Madre”.

El año pasado, La Iglesia Madre publicó una nueva traducción al español de Ciencia y Salud. Y recién salido de la imprenta, por primera vez, se ha publicado una edición en portugués del libro de la Sra. Eddy La Primera Iglesia de Cristo, Científico, y Miscelánea.

Martha compartió un video de las recientes cumbres de la Ciencia Cristiana celebradas en África Oriental y Occidental. Para escuchar los alegres comentarios de los asistentes, véase 01:20:45 en la repetición de la Asamblea Anual.

A continuación, Josh presentó a Scott Shivers, Gerente de los Comités de Publicación.

INFORME DEL COMITÉ DE PUBLICACIÓN

Scott Shivers: En una carta a una iglesia filial, la Sra. Eddy escribe: “Por lo tanto, enfrentemos mansamente las convulsiones de la mente mortal, perdonémoslas con misericordia, meditemos sobre ellas con sabiduría y escudriñémoslas con amor de manera que sus repentinos arrebatos nos ayuden, no a reaccionar, sino a tener una alegría duradera” (Miscelánea, pág. 201). Para los Comités de Publicación esto habla del estado de alerta y de la base cristiana que está en nuestro trabajo de corrección.

Muchos de nosotros hemos encontrado comentarios, noticias, podcasts, videos de YouTube, publicaciones en las redes sociales, etc., que abordan la Ciencia Cristiana de una manera que tergiversa esta Ciencia o a nuestra Guía. Pero sea cual fuera el concepto erróneo, afirmar en oración lo que es verdadero eleva y sana nuestro pensamiento, enriquece nuestro sentido de Iglesia y nos ayuda a demostrar un sentido inspirado de la vitalidad y la eficacia de la Ciencia del Cristo. Las oraciones dedicadas de cada miembro en todo el mundo contribuyen a esta vigilancia y abrazo amoroso de la humanidad. La labor correctiva se ve verdaderamente fortalecida mediante la unidad demostrada en la Iglesia.

Esto hace que la perla de gran valor esté más disponible para el mundo al despejar falsedades o malentendidos. Le ofrece al público un sentido más amplio de esperanza y fe, y permite que los corazones hambrientos encuentren una Sala de Lectura, acudan a una Conferencia de la Ciencia Cristiana o se sientan libres para asistir a un servicio religioso.

Ya sea que los Comités de Publicación se comuniquen con funcionarios gubernamentales, periodistas, autores o miembros; respondan preguntas de estudiantes, académicos o eruditos que estén explorando temas relacionados con la Ciencia Cristiana;  o bien respondan a publicaciones de blogs y redes sociales, el público responde al corazón del Cristo sanador. No se trata tanto de cambiar de mentalidad como de tener la Mente de Cristo; no se trata de palabras, sino del poder de la Palabra santa que transmite lo que solo la Mente divina comunica a sus ideas.

Después de cantar el Himno N.° 574 del Christian Science Hymnal: Hymns 430–603,  algunos Científicos Cristianos compartieron en video su gratitud por el impacto que Ciencia y Salud ha tenido en sus vidas. (véase 01:42:43 en la repetición de la Asamblea Anual).

 

Luego vino un video de la Primera Iglesia de Cristo, Científico, de Boise, Idaho, que celebró su 125° aniversario encontrando nuevas formas de llegar a la comunidad. Los proyectos recientes incluyeron un letrero nuevo, un mural pintado en la parte de atrás del edificio de la iglesia y una conferencia de la Ciencia Cristiana especialmente elegida para apoyar la salud mental de los adolescentes. Melissa Hassler comentó: “Todos trabajamos con el mismo objetivo de alcanzar y ser útiles para nuestra comunidad: ser reconocidos como una iglesia de curación”. Karen Hathaway observó: “El trabajo de oración que realizamos es vital. Realmente tiene un efecto, y es irresistible” (véase 01:49:45 en la repetición de la Asamblea Anual).

Scott Preller: Ese video es un excelente ejemplo de una iglesia que ve el trabajo por hacer y siente nuevas energías para hacerlo. De eso se trata el tema de este año: “A medida que trabajáis, los tiempos adelantan; ...”.

En su Mensaje a La Iglesia Madre para el año 1900, la Sra. Eddy dice: “La canción de la Ciencia Cristiana es: ‘Trabajad—trabajad—trabajad—velad y orad’” (pág. 2). Creo que probablemente todos hemos experimentado momentos como miembros de la iglesia cuando esa repetición de “Trabajad—trabajad—trabajad” pareció menos una canción y más un canto lúgubre por todas las cosas que teníamos que hacer. Pero estamos aquí hoy porque también hemos vivido momentos en los que el trabajo se trató de: “¡Dios mío, qué inspiración me dio mi estudio esta mañana! Me renovó la vida”; o “¡Qué curación he experimentado! Todo es diferente a como era antes”.

El objetivo del tema de este año es ver qué podemos hacer para obtener más de ese último sentido de la canción de la Ciencia Cristiana: la alegría del trabajo que tenemos por delante. He estado encontrando luz en la historia de Lucas, donde Pedro y sus amigos pasaron toda la noche pescando y no pudieron encontrar nada. Jesús les dice que salgan y echen las redes de nuevo. Ellos obedecen, y esta vez sus redes están tan llenas que tienen que llamar a sus vecinos para que llenen sus barcas casi hasta hundirlas (véase Lucas 5:4-11).

Hay algunas cosas en esa historia que realmente me llaman la atención. Una es que  quizá te preguntes por qué Pedro decidió ir a hacer lo que ya había hecho toda la noche, simplemente porque Jesús se lo había pedido. Pero si contemplas un poco más allá de esa historia, te das cuenta de que Pedro también había escuchado las enseñanzas de Jesús. Y  tal vez lo más importante, había presenciado las curaciones de Jesús.

Creo que todos estaremos de acuerdo en que una de las mayores necesidades de nuestra iglesia es que haya más curaciones. Sin embargo, a veces sentimos que hemos pasado toda la noche trabajando en algo, que hemos orado todas las oraciones que  conocemos y que no vemos los resultados que deseamos. En esos momentos, podemos recordar las curaciones de las que hemos oído hablar en nuestras reuniones de testimonios, las que hemos experimentado, las que aparecen en nuestras publicaciones. Eso puede contribuir enormemente a romper el hipnotismo que dice: “Más vale que te rindas. Has estado pescando toda la noche, y no hay nada más que atrapar”.

Otra lección que he aprendido de esa historia es que cuando Pedro volvió a salir, iba en la misma barca, en las mismas aguas, usando las mismas redes. Entonces, ¿cuál era la diferencia? ¿No era que Pedro obedecía la voz del Cristo? En lugar de simplemente repetir los mismos hábitos, tenía una renovada expectativa de bien al seguir el mandato del Cristo.

Ahora bien, creo que todos coincidiríamos en que queremos ver más crecimiento en nuestras iglesias. Pero ¿sentimos a veces que asistimos al mismo servicio religioso, con el mismo enfoque? Entonces, ¿qué diferencia esperamos que haga? Cuando asistimos a nuestros servicios religiosos, ¿qué más podemos hacer para asegurarnos de no seguir simplemente un hábito de la mente humana, sino de escuchar al Cristo, la Verdad, con la expectativa de que se cumpla lo que dice el Cristo?

Otra cosa que he aprendido de esa historia es que, tras ese tremendo éxito, Pedro regresa con una gran cantidad de peces, pero se niega a volver a la normalidad. La Biblia nos dice que lo deja todo para seguir a Cristo Jesús. Algo más que podemos hacer, es preguntarnos: “Cuando recibimos bendiciones de curación y progreso en nuestro trabajo como Científicos Cristianos, ¿respondemos como Pedro? ¿Estamos dispuestos a dejarlo todo por Cristo y ver cómo eso transforma la manera en que abordamos juntos el trabajo de nuestra iglesia?”.

Scott presentó un video en el que los principales redactores y gerentes de producto de The Christian Science Monitor hablan sobre la misión del periódico. La Redactora en Jefe, Christa Case Bryant, señaló que en el mismo pasaje donde la Sra. Eddy escribe, “A medida que trabajáis, los tiempos adelantan”, ella continúa diciendo, “porque la majestad de la Ciencia Cristiana enseña la majestad del hombre” (Miscelánea, pág. 188). “¿Qué otro periódico se basa en la idea de ‘la majestad del hombre’?”, dijo Christa. “Vemos tanto en las noticias sobre decadencia, fechorías, delitos y problemas. Pero ¿cómo define el Monitor lo que es de interés periodístico? Buscamos oportunidades para que la luz del Cristo nos guíe hacia lo que necesita ser elevado”.

El Redactor en Jefe, Kurt Shillinger, comentó: “El otro día, releía los artículos de una semana del Monitor, prestando atención a las personas que aparecían en lugares difíciles de alcanzar en Siria, Sudáfrica, Ucrania, etc. Ver brillar su dignidad, su compasión y su integridad frente a circunstancias difíciles cambió un poco el mundo para mí. Los desafíos que enfrentan esas personas no son mayores que las cualidades que ellas reflejan. Y eso es evidencia de que la Mente divina supera la condición mortal y material”. Para escuchar la conversación completa, véase 2:11:34 en la repetición de la Asamblea Anual.

Moji George: Pensando en nuestro tema —“A medida que trabajáis, los tiempos adelantan…”—, la tendencia puede ser centrarse en la palabra trabajar, lo cual puede dar una sensación de carga. Pero creo que el enfoque debería estar en la palabra ganar. Cuando nos centramos más en la corona que en la cruz, surge un entusiasmo por trabajar, una expectativa de victoria.

Cada vez que alguien se une a La Iglesia Madre o a una de sus filiales en todo el mundo, se está realmente comprometiendo a participar en la práctica sanadora de la Ciencia Cristiana, independientemente de si se anuncia o no en el Journal. Este es nuestro trabajo, y todo seguidor de Jesús sabe que es posible hacerlo mediante la gracia del Cristo.

 Quizá recuerdes que, en el Evangelio de Marcos, justo antes de que Jesús ascendiera, él instruyó a sus discípulos: “Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura” (16:15). Ahora bien, eso podría parecer imposible hasta que comprendemos el significado espiritual de la instrucción. La Sra. Eddy lo explica en Ciencia y Salud: “Declara la verdad a toda forma de error” (pág. 418). Por supuesto que podemos hacerlo. De hecho, la Sra. Eddy también escribe en Ciencia y Salud: “Es posible —sí, es el deber y el privilegio de todo niño, hombre y mujer— seguir, en cierto grado, el ejemplo del Maestro mediante la demostración de la Verdad y la Vida, de la salud y la santidad” (pág. 37).

Mary Alice Rose: Últimamente he estado pensando en el testimonio escrito por un hombre que fue piloto de helicóptero durante la guerra de Vietnam. Voló más de setecientas misiones en situaciones extremadamente peligrosas, y lo que más me impactó de su testimonio fue su firme confianza en Dios, que, según él, provenía de leer Ciencia y Salud siempre que podía durante ese despliegue. Se sintió impulsado a seguir el consejo de la Sra. Eddy de “[Mantener] la mente tan llena de Verdad y Amor, que el pecado, la enfermedad y la muerte no puedan entrar en ella” (Miscelánea, pág. 210).

Él escribió: “Puede que suene increíble, pero nunca me sentí vulnerable ni indefenso en Vietnam. Cuando me encontraba bajo una lluvia de balas, nunca me paralizaba el miedo. Al contrario, mis pensamientos se elevaban más allá de lo que sucedía en la batalla, porque mi mente estaba llena de ideas inspiradoras provenientes de mi constante estudio de Ciencia y Salud”.

Este testimonio me conmovió profundamente porque representa la labor que todos debemos realizar. Como lo hizo este piloto de helicóptero, podemos vivir con el pastor —tener la Biblia y Ciencia y Salud como nuestros compañeros constantes— y mantener nuestros pensamientos tan llenos de Verdad y Amor que, pase lo que pase, podamos confiar en Dios y esperar ver Su ley en acción.

Este testimonio se puede encontrar en la edición del 27 de enero de 2003 del Christian Science Sentinel. Y este, junto con otros testimonios que hemos escuchado hoy, se incluirá en un nuevo libro que publicará la Sociedad Editora de la Ciencia Cristiana en inglés a finales de este año.

Keith Wommack: Hemos recibido informes de todo el mundo que muestran que las iglesias están superando la resistencia del mal al profundizar su compromiso y amor por el Cristo. Uno de estos informes provino de una iglesia filial en Michigan City, Indiana, aquí en Estados Unidos. Decía, en parte: “Estamos agradecidos de que nuestra iglesia haya experimentado el fruto de comprender que no vamos a la iglesia solo por nosotros mismos, sino para ser una luz en nuestra ciudad. Ya no nos sorprende recibir visitas, porque estamos mejor preparados”.

Ellos informaron que un hombre que solía ir a su iglesia asistió a la conferencia con su esposa, y después compraron la Biblia y Ciencia y Salud, y conocieron la Sala de Lectura. Desde entonces, cada mes él viene a la Sala de Lectura y compra un ejemplar del Cuaderno Trimestral de la Ciencia Cristiana.

Otro hombre llamó y dijo: “Sé que me perdí la fecha de la conferencia, pero solo quiero saber ¿cómo sanaba Jesús?”. Dos días después, estaba en la Sala de Lectura y compró Ciencia y Salud, un Journal y un Sentinel. Otro hombre entró de golpe a la Sala de Lectura y dijo: “Me llamaron la atención las palabras Ciencia Cristiana”. El miércoles siguiente, asistió a la reunión de testimonios; incluso compartió algo durante el período de testimonios.

Ahora, de nuevo este año, tenemos respuestas breves a algunas preguntas.

¿Podremos alguna vez depender del trabajo hecho en el pasado? No, nunca.

¿Serán suficientes para hoy nuestras oraciones de hoy? Sí, siempre.

¿Es la verdad más pequeña que conocemos más poderosa que la mentira más grande que el mal afirma haber dicho? Sí, siempre.

¿Es el amor la obra que funciona? Sí, siempre.

¿Y si no funciona?  Duplica la dosis. El amor siempre funciona.

Beth Schaefer: Como soy nueva en el grupo, recién llegada de las actividades de las iglesias filiales, puedo imaginarme a algunos de ustedes pensando: “Oh, ¿quieres decir que tengo que trabajar más?”. Pero la Sra. Eddy no nos dice que hagamos más de lo que somos capaces de hacer. Nos llama a trabajar en las iglesias filiales desde una perspectiva completamente nueva. En la frase que sigue a la que hemos elegido como tema este año, ella escribe: “Cuando se aprenda que es el sentido espiritual y no los sentidos materiales el que transmite todas las impresiones al hombre, el hombre naturalmente buscará la Ciencia de su naturaleza espiritual, y cuando la encuentre, será dotado por Dios para convertirse en discípulo” (Miscelánea, pág. 188). Entonces, ella habla de la espiritualización del pensamiento que conduce al discipulado con el Cristo. Ese es el trabajo que debemos hacer.

Si lo piensas, la mayor amenaza para la humanidad no es la guerra nuclear. No es el cambio climático, ni los gobiernos inestables, ni el mal uso de las tecnologías. Esos son síntomas de la mayor amenaza. Pero la amenaza en sí misma es la mente mortal, la mentalidad materialista. Porque la tiranía, la avaricia —todo el tipo de cosas que conducen a la guerra y la destrucción— tienen sus raíces en la mente mortal. Y eso es lo que nuestra iglesia está diseñada específicamente para exponer, denunciar y desactivar. Así que podemos empezar a ver que ese es el trabajo de nuestras iglesias filiales, y también de nuestra iglesia global.

¿Cómo lo logramos? Lo hacemos mediante el Amor divino. Por lo tanto, es el Amor divino lo que queremos valorar en nuestro trabajo en las iglesias filiales. Y si alguna vez nos sentimos tentados a pensar en lo pequeña que es nuestra iglesia, pensemos en cambio en lo grande que es nuestra visión de Dios. Es ese sentido expansivo de Dios, y de nuestro amor por Él, por nuestro prójimo, por nuestros compañeros en la iglesia y por toda la humanidad, lo que hace que nuestro movimiento sea tan grande.

Scott Preller: Lo único que nos gustaría decir para concluir nuestra conversación en la Junta Directiva es que, mientras trabajamos todos juntos para ser esa edición viva de Ciencia y Salud, nosotros trabajaremos con ustedes. Se lo prometemos.

Scott llamó a Josh de nuevo al escenario para concluir la reunión. Tras cantar el Himno N.º 12, Josh leyó 2.° Tesalonicenses 2:16, 17: “Y el mismo Jesucristo Señor nuestro, y Dios nuestro Padre, el cual nos amó y nos dio consolación eterna y buena esperanza por gracia, conforte vuestros corazones, y os confirme en toda buena palabra y obra”.

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