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La vida cambió totalmente para Cathleen al comprender que hay una respuesta espiritual a la pregunta “¿Cuál es el punto?”. Comenzó a esforzarse por “sentir a Dios” en los acontecimientos cotidianos. Ahora ve que puede experimentar curaciones a diario. ¡Y ese es el punto de la vida!

La Pascua representa el eterno amanecer en el pensamiento de nuestra individualidad espiritual e inmortal; de la luz espiritual, no de la oscuridad y el sufrimiento.

Aprendemos en la Ciencia Cristiana que la resurrección de Jesus no fue un evento único, sino la culminación de una vida entera de elevarse constante y conscientemente por encima de la maldad. Lo que aparentaba ser una tragedia final en la cruz representó realmente el renacer de sus seguidores, incluso hoy.

Jesús demostró mediante su resurrección que la vida es eterna. Guiados por el sentido espiritual, nosotros mismos podemos experimentar una resurrección, la espiritualización del pensamiento por medio de la cual comprendemos que la vida es espiritual, inmortal. El bien no termina, así como no hay ningún estancamiento o problema que no pueda ser sanado.

Perder un artículo caro es lo peor, como experimentó esta autora. Pero si bien al principio se resistía a orar al respecto, al final, la oración le trajo bendiciones inesperadas que fueron incluso más allá de la resolución.

Desde la pandemia hasta la división política y los desastres climáticos, las noticias de hoy plantean la pregunta “¿Dónde está Dios cuando suceden cosas malas?” Y si Dios está aquí, ¿por qué no parece hacer una diferencia? Presentamos aquí una perspectiva diferente de Dios que puede ayudarte a experimentar el tipo de estabilidad que todos queremos hoy en día.

Desde adaptarse a respirar con un tanque de aire hasta responder a emergencias submarinas, esta estudiante universitaria descubrió que su clase de buceo era mucho más difícil de lo que había anticipado. ¿Cómo pasaría la prueba final?

El odio y el abuso no son cosas con las que tengamos que aprender a vivir, ya que no tienen base en Dios.

La confianza como la de un niño de su mamá en la bondad de Dios, y su receptividad a lo que era posible, impulsaron a Mandy-key a no sentirse derrotada. Como resultado, pudo terminar sus tareas finales y graduarse de la universidad.

Dios, el Amor divino, llevó a este autor de luchar en la oscuridad del consumo de drogas a prosperar en la luz. Por esto, él está muy agradecido.