Originales Web
La economía divina es estable —el flujo continuo del bien espiritual— no es caótica ni impredecible.
Al espiritualizar nuestro pensamiento, obtenemos una perspectiva mejor y más verdadera de nuestra inmortalidad, nuestra existencia espiritual, nuestra vida eterna.
La vida es una: es espiritual, está en Dios y es de Dios aquí, ahora y siempre. Saber esto nos lleva más allá del dolor, hacia la gratitud por la vida espiritual continua de miembros de la familia o amigos que han fallecido.
A través de su estudio de la Ciencia Cristiana, esta autora comprendió que la Vida jamás está en ningún cuerpo material, sino que es una expresión presente de la consciencia espiritual aquí y ahora, y para siempre.
La influencia amorosa del Cristo es tan cálida como el abrazo más cercano, más tierna que el acto más abnegado. Y al practicar esto podemos ayudar a los demás en nuestra experiencia diaria.
Sentía que todos eran mejores que ella, y que lo sabían. Pero en lugar de quedarse atrapada en esos sentimientos, buscó ayuda, y la encontró en la Ciencia Cristiana.
Años de críticas desaparecieron cuando él dejó de juzgar a quienes temían la pandemia. Su rutina diaria se volvió menos ardua. Su comprensión y demostración de la Verdad creció exponencialmente, y reinó la armonía. ¡El cambio fue impresionante!
El orgullo, el miedo, la duda y la falsa estimación de nuestras limitaciones se dejan de lado en previsión del gran bien que es posible.
Apareció primero el 30 de septiembre de 2021 como original para la Web.
Nada es tan satisfactorio como comprender esta “Navidad eterna” de la completa supremacía de la Mente sobre la materia. Nos permite sanarnos a nosotros mismos y a los demás, y arroja la luz espiritual necesaria sobre los problemas apremiantes del mundo en general.
La humanidad ha sido víctima durante mucho tiempo de fuerzas naturales erráticas, o actos de Dios, como se los llama comúnmente. ¿Siempre será así? No si estamos dispuestos a abordar el desafío a través de la Ciencia divina.