He estado considerando esta frase del libro de texto de la Ciencia Cristiana, Ciencia y Salud con la Llave de las Escrituras, por Mary Baker Eddy: “Mantén perpetuamente este pensamiento: que es la idea espiritual, el Espíritu Santo y el Cristo, lo que te capacita para demostrar, con certeza científica, la regla de la curación, basada en su Principio divino, el Amor, que subyace, cobija y envuelve todo el ser verdadero” (pág. 496).
Las definiciones de la palabra envuelve incluyen rodear, cercar, encerrar o circundar. Para mí, esto indica que elevar el pensamiento hacia un punto de vista más alto, fortalecido por Dios, el Amor divino, promueve la curación y el progreso. La curación es la esencia de esta revista, y mi familia y yo hemos experimentado muchas curaciones por medios espirituales únicamente como se enseña en la Ciencia Cristiana. Uno en particular me viene a la mente.
En una ocasión, noté un bulto cerca de uno de mis tobillos. Pronto comencé a sentir algunas molestias en esa área. Se lo conté a una practicista de la Ciencia Cristiana. Su respuesta basada en la oración fue este versículo de Isaías: “¡Cuán hermosos son sobre los montes los pies del que trae alegres nuevas, del que anuncia la paz, del que trae nuevas del bien, del que publica salvación, del que dice a Sion: Tu Dios reina!” (52:7).
Iniciar sesión para ver esta página
Para tener acceso total a los Heraldos, active una cuenta usando su suscripción impresa del Heraldo ¡o suscríbase hoy a JSH-Online!