Para esta autora, el alivio de deshacerse de la carga de tantos años de odio y miedo fue incomparable. Ella pudo perdonar a un hombre cuyos abuelos formaban parte de un grupo rebelde que mató a su hermana y destruyó el hogar de su infancia muchos años antes, lo que la hizo sentir agradecida, libre y amada.
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