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Original Web

Ser “sencillos como palomas”

Del número de mayo de 2022 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana

Apareció primero el 10 de enero de 2022 como original para la Web.


Considerar en silencio la instrucción de Jesús, “Sed, pues, prudentes como serpientes, y sencillos como palomas” (Mateo 10:16), puede restaurar la paz en situaciones que han parecido perturbadoras. Puede ayudar a eliminar la voluntad o la condena propias que interrumpirían nuestra merecida armonía. No siempre es fácil hacer esto en medio de una situación acalorada, pero he descubierto que uno siempre puede volver y rever el caso.

La Ciencia Cristiana enseña que la ley de Dios, el Amor divino, es suprema. En realidad, nos gobierna a todos, todo el tiempo. Reconocer esto al orar nos permite ver y experimentar la armonía eterna del Amor, el Principio divino. 

La primavera pasada, el gobernador de nuestro estado abrió los parques estatales de forma gratuita durante la pandemia. Mi familia y yo siempre habíamos comprado pases para los senderos a fin de usarlos para ciclismo de montaña. Se habían convertido en un santuario para mí, y me molestó la repentina afluencia de personas que no vivían en la ciudad y caminaban por los senderos gratuitamente, muchas de las cuales parecían ignorar el protocolo adecuado del lugar, tal como empacar su propia basura.

En un día particularmente concurrido, di una vuelta rápida y encontré a una excursionista en medio del sendero, arrodillada y tomando una foto de algo. Aunque me había encontrado con muchos senderistas a los que amablemente les cedí el paso ese día, en este caso, tuve un intercambio de palabras que no fue muy agradable. La excursionista me miró y gritó, en lo que pensé que era un tono acusatorio, “Este sendero es para caminar”, y yo le grité, mientras pasaba a toda velocidad: “No, no lo es; es para ciclismo de montaña”.

Al principio, me sentí justificada con lo que había manifestado, pero también horrible por la forma en que lo había dicho. La verdad es que el sendero es tanto para senderismo como para ciclismo. Sabía que necesitaba repensar toda la situación a través de los ojos del Amor divino. 

Al enfrentar críticas mucho más duras, Jesús no respondió de la misma manera a las burlas ni reaccionó ante aquellos que se le oponían. Por medio de la mansedumbre y la humildad demostró que el poder de la presencia del Amor divino nos capacita para enfrentar un ambiente hostil con un sentido de libertad, paz y amor. “¿Cómo puedo ser así?”, pensé. “¿Me es posible ser tan sencilla como una paloma?” 

Al principio, me sentí justificada con lo que había manifestado, pero también horrible por la forma en que lo había dicho

Al orar calladamente, me di cuenta de que Jesús nunca vio a nadie como un pecador. En cambio, veía a todos como la creación o expresión del Amor, Dios. Y comprendí que puedo actuar como Cristo Jesús, ¡ahora mismo! Esta fue una revelación gloriosa. Podemos redimir los errores del pasado al comprender la totalidad del Amor divino en el presente. 

Mentalmente recordé toda la situación con la excursionista, y a través del razonamiento espiritual, reemplacé el recuerdo de un diálogo desagradable con el reconocimiento de que la armonía de la existencia espiritual estaba realmente presente. Sabía que, desde el punto de vista de Dios, no hay una mente acusatoria. Sólo existe la Mente divina, que es el Amor. Actuar o reaccionar de una manera nada amorosa no es parte de la naturaleza que Dios nos dio. Sabiendo esto, no solo podía redimirme a mí misma, sino que también podía redimir mi pensamiento acerca de esta otra persona mediante el poder transformador del Amor.

Decidí amar a esa excursionista de una manera espiritual; verla como a la hija perfecta de Dios, capaz solo de un comportamiento ordenado y amoroso. También vi que mi naturaleza espiritual es solo semejante a Dios, por lo que soy naturalmente amorosa, inclinada a dar, a ser de utilidad, a expresar gratitud y compasión, no egoísmo, posesividad e ingratitud.

En base a esto, comprendí que esta excursionista tenía derecho a estar en esos senderos naturales, a pesar de la opinión humana de que me gustaba más cuando los tenía para mí sola.

Una vez que adopté este nuevo punto de vista, sentí que la paz y el amor de Dios se derramaban sobre mí. Al conducir a casa desde el sendero, percibí tangiblemente la belleza de la presencia del Amor divino, y todo lo que vi parecía iluminado por una luz suave y brillante. He regresado a esos senderos desde ese incidente y he manifestado paciencia, comprensión, humildad y gracia. 

En un poema llamado “Amor”, Mary Baker Eddy, la Descubridora y Fundadora de la Ciencia Cristiana, menciona a las “alondras” que se elevan y cantan juntas en la misma rama del árbol. Y señala: “La flecha que nos da dolor / no parte del devoto amor” (Escritos Misceláneos, pág. 387). San Pablo hace una observación similar, al describir que la caridad, o el amor espiritual puro, “no se envanece” (1 Corintios 13:5, KJV). Siguiendo esta idea del amor descrita por Pablo y expresada por Cristo Jesús en todo lo que dijo e hizo, nosotros también podemos ser sencillos como palomas. Entonces veremos la ley del Amor en acción, bendiciéndonos a nosotros y a todos los que nos rodean. 

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