Skip to main content Skip to search Skip to header Skip to footer
Original Web

Solo en el bosque

De El Heraldo de la Ciencia Cristiana. Publicado en línea - 10 de noviembre de 2025


En el campamento de verano, tuve la oportunidad de hacer un viaje solo. Es decir, es cuando vas al bosque cerca del campamento con un saco de dormir y pasas la noche por tu cuenta, expuesto a los elementos.

Había hecho viajes de este tipo antes, pero siempre había estado relativamente cerca de los senderos y de otras personas —a solo diez o trece metros de distancia—. Esta vez, la persona más cercana estaba a más de cien metros de distancia y yo estaba en un área densamente boscosa. 

Al principio, no fue tan malo. Pero cuando comenzó a oscurecer, empecé a pensar que venían osos o coyotes. No es exactamente divertido tener este tipo de pensamientos, especialmente cuando estás solo, así que recurrí a Dios en oración para sentirme mejor y más tranquilo al dormir al aire libre. En la Escuela Dominical de la Ciencia Cristiana me han enseñado, y he aprendido al leer la Biblia y Ciencia y Salud con la Llave de las Escrituras, escrito por Mary Baker Eddy, que Dios es Todo y totalmente bueno. Pensar en Dios de esta manera fue el comienzo de mis oraciones.  

Dos declaraciones de la Biblia sobre la bondad de Dios me reconfortaron: “Bueno y recto es el Señor” (Salmo 25:8 LBLA) y “Ninguno hay bueno, sino solo uno, Dios” (Marcos 10:18).

También me gusta lo que dice la Sra. Eddy al comienzo de Ciencia y Salud: “Para los que se apoyan en el infinito sostenedor, el día de hoy está lleno de bendiciones” (pág. vii). Para mí, esto dice que Dios es el infinito sostenedor. Entonces, puesto que Dios es Todo, y Dios es bueno, nada malo podía suceder. La bondad, la presencia y el poder de Dios nos sostienen para siempre. 

También pensé en los osos y los coyotes y en que Dios crea a cada criatura. Lo sé porque la Biblia dice: “Hizo Dios animales de la tierra según su género, y ganado según su género, y todo animal que se arrastra sobre la tierra según su especie. Y vio Dios que era bueno.  Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza” (Génesis 1:25, 26).

Así que Dios es bueno y creó todo lo bueno, y ¿cómo podría algo inherentemente bueno causar daño? No podría. Sabiendo eso, me quedé dormido plácidamente. Por la mañana, estaba ileso, no tenía picaduras de insectos y me había mantenido seco. 

Estoy muy agradecido a Dios, así como por la oportunidad de superar mis temores a través de la oración y ver la bondad de Dios.

Para explorar más contenido similar a este, lo invitamos a registrarse para recibir notificaciones semanales del Heraldo. Recibirá artículos, grabaciones de audio y anuncios directamente por WhatsApp o correo electrónico. 

Registrarse

Más artículos en la web

La misión del Heraldo

 “... para proclamar la actividad y disponibilidad universales de la Verdad...”

                                                                                                          Mary Baker Eddy

Saber más acerca del Heraldo y su misión.