Para niños
A Fletcher le encantan los himnos porque lo ayudan a sentirse cerca de Dios, y siente que Dios está con él. Cantando un querido himno superó el miedo a andar por unos senderos llenos de baches en bicicleta.
Cuando Charlie no pudo salir a jugar con sus amigos debido a la pandemia, su abuela lo invitó a salir en una aventura espiritual. La aventura divina lo llevó a nuevos lugares en sus pensamientos donde nunca antes había estado. ¡Y eso fue realmente divertido!
Esta autora explica cómo ser portera a la puerta de su pensamiento la ayudó a superar el dolor cuando un querido amigo falleció. “¿Te gustaría ser un buen portero también?”
Cada hora de cada día puedes pensar en Dios de muchas maneras. Dios está ahí para ti; el Amor está ahí para todos porque Dios está en todas partes, ¡las 24 horas, los 7 días de la semana!
Una mañana Anna se despertó con dolor de estómago. Oró con su mamá reconociendo que el amor de Dios le iba a sanar. La curación fue completa.
Cuando su equipo de baloncesto estaba perdiendo estrepitosamente durante un partido, Audrey sintió la necesidad de orar sabiendo que Dios estaba con ella y sus compañeras de equipo, otorgando a todas las cualidades que necesitaban para dar lo mejor de sí mismas. Su experiencia le demostró que siempre puede escuchar y confiar en Dios.
Cuando Meg se lastimó el pie, oró reconociendo que el amor de Dios no cambia y siempre mantiene a todos a salvo. Ella está agradecida por esta curación que le permitió realizar todas las actividades planeadas en el campamento.
Al orar para superar un problema, Melissa recordó una experiencia que tuvo con las luciérnagas. Y la luz sanadora que percibió ese día fue la más brillante y más emocionante de todas para ella. Y es una luz que está ahí para que todos la descubramos.
Podemos ayudar a garantizar que el mundo sea seguro y justo para todos escuchando a Dios, viendo a los demás del modo en que Él los ve y expresando amor pase lo que pase. ¿Te gustaría hacerlo con nosotros?
Cuando parecía que su pulgar estaba fracturado, Luna oró con las ideas del Himno 350, que tiene el estribillo “Todo está bien”. Al día siguiente, el pulgar estaba nuevamente en su lugar.