Editoriales
Hace Unos Años, un amigo mío se fijó una meta muy interesante. Dijo que quería quitar de su vocabulario la palabra necesito.
El Titular Del periódico me llamó la atención: Cosmonauta, verdadero 'viajero del espacio, vuelve a un mundo cambiado.
La Llamamos Simplemente la Biblia, o el Buen Libro. Pero su significado espiritual es revolucionario.
El Auxilio Espiritual de la Ciencia Cristiana supera en gran medida lo que la profesión médica puede anticipar, aun cuando se trate del así llamado enfoque holístico que considera a "la persona en su totalidad". Lo primordial en la curación cristiana no es el cuerpo humano, sino la relación del hombre con Dios.
La Sra. Eddy describe la clase de lector que se beneficiará más con el libro de texto de la Ciencia Cristiana cuando dedica las páginas de Ciencia y Salud “a los que sinceramente buscan la Verdad”.
La Pureza Espiritual no es un tema que hoy día reciba mucha atención en disertaciones públicas. Probablemente no vayamos a escuchar un informe sobre ella en las noticias vespertinas, ni vayamos a leer en las noticias de primera plana que repentinamente se ha convertido en una cuestión prioritaria en las campañas políticas de este año.
La Economia . No es que pensemos en ella constantemente.
La Vida Cristiana siempre ha sido definida fundamentalmente como un ministerio de amor, de amar como el Salvador mismo amó. De hecho Jesús dijo a sus seguidores que este amor propio del Cristo era la característica que los identificaría ante el mundo.
¿Le Atemoriza La palabra compromiso? De ser así, usted no es el único. Las estadísticas muestran que a la mayoría de nosotros nos cuesta mucho decidirnos a hacer compromisos: con los amigos, el matrimonio, una carrera, la iglesia.
La Mayoria De las personas que han oído hablar de la Ciencia Cristiana reconocen que es una religión que pone de relieve la práctica de la curación cristiana. Durante cientos de años antes de su descubrimiento, la doctrina del dispensacionalismo había convencido a la gente de que la curación cristiana era un don especial de Dios que había terminado después de la época de los apóstoles.