Hace Algunos Años yo hablaba con un señor que pasaba la mayoría de su tiempo viajando. Era gerente regional de ventas y viajaba de ciudad en ciudad consiguiendo nuevos clientes. Sus productos brindaban un servicio importante, y él trabajaba bien y de manera honesta. Aun así, luchaba por encontrar un sentido más profundo de propósito. De alguna manera, parecía que sólo estaba pasando la vida. Su frustración lo había llevado varias veces a tener largos períodos en que bebía mucho alcohol, lo que sólo aumentaba el vacío que sentía.
No es raro que la gente se sienta así. Muchos sienten que no tienen nada en que centrar o enfocar su vida, y que apenas logran pasar el día. La gente desea que se valore lo que son y lo que hacen, que sus logros en realidad hacen una diferencia en el mundo, que tienen un propósito y una dirección claros en su vida.
Pero ¿cómo descubrimos nuestro propósito? ¿Dónde lo encontramos?
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