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El Noveno Mandamiento: una llamada al dominio sobre sí mismo

Del número de agosto de 1994 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana


Quizas Resulte Facil repetir lo que oímos. Pero eso no significa que debemos hacerlo.

Lo que oímos, puede no ser verdad, y nadie quiere ser engañado ni participar en la propagación de conceptos falsos. De modo que, aunque aparentemente no sea ésa la manera en que la sociedad en general encara las cosas actualmente, vale la pena tener todo el dominio propio necesario para evitar repetir indiscriminadamente todo lo que oímos. Debemos estar alertas y discernir lo que estamos escuchando, lo que admitimos en nuestro pensamiento, y lo que repetimos en nuestro pensamiento y ante los demás, tanto cuando estamos solos como cuando estamos en el supermercado o conversando con un amigo a quien estimamos.

Una condición esencial para no perjudicarnos (ni perjudicar a otros) es no dejarnos embaucar por una falsedad, así como obedeciendo al Noveno Mandamiento que dice: “No hablarás contra tu prójimo falso testimonio”. Ex. 20:16. Repetir una falsedad, es convertirse en un testigo falso y, de esta manera, dar falso testimonio acerca de la verdadera identidad del hombre como imagen y semejanza espiritual de Dios, la Verdad, o como testigo de la Verdad.

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