Editoriales
Muchas personas atesoran máximas predilectas y breves que los inspiran en su diario vivir — lemas que transmiten mensajes que estas personas creen útiles para guiar su vida. En su Message to The Mother Church for 1902 (Mensaje a La Iglesia Madre para 1902) la Sra.
Dios lo incluye todo. El Principio divino único incluye todas las ideas y todas las actividades.
Esto es verdad. Dios hizo al hombre.
El cuerpo humano es capaz de lograr mucho más de lo que su dueño hubiera podido imaginarse antes de ponerlo a prueba. El desesperante “¡Yo no puedo hacerlo!” de un niño, se oye que constantemente cambia a un orgulloso “¡mírenme!” cuando por fin logra hacer a la perfección la mismísima proeza después de paciente práctica.
Es posible que ni usted ni yo comprendamos todos los intrincados factores que contribuyen a la inflación o las normas económicas que se emplean para combatirla. Lo que sí comprendemos es que, cuando vamos a la tienda, nuestro dólar o yen o peso no compra tanto como hace algunos años — o incluso unos meses antes.
“En el año de 1866 descubrí la Ciencia de Cristo o las leyes divinas de la Vida, la Verdad y el Amor, y le di a mi descubrimiento el nombre de ‘Christian Science’ ”, Ciencia y Salud, pág. 107; escribe Mary Baker Eddy en Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras.
Dios es infinito, siempre está presente, siempre activo. Él crea y sostiene a Su universo entero — el único universo que existe.
Dos veces al año, la semana previa a la Asamblea Anual en junio y a principios de noviembre, La Junta Directiva de la Ciencia Cristiana celebra una reunión con el propósito de elegir nuevos miembros de La Iglesia Madre, La Primera Iglesia de Cristo, Científico, en Boston, Massachusetts. Los requisitos de afiliación son tener por lo menos doce años de edad, creer en las enseñanzas de la Ciencia Cristiana y no estar afiliado a ninguna otra denominación religiosa.
Muchos expertos creen que el mundo de hoy está amenazado por la explosión demográfica y que esto podría terminar en el terrible problema de la desnutrición y el hambre para millones de personas. Se dice que este predicho aumento de población podría llevar a grandes injusticias en la distribución de alimentos y bienes.
En nuestra verdadera identidad somos seres espirituales, reflejos del único Ser Divino. No somos, como las falsas creencias mortales insisten, criaturas limitadas y físicas ancladas en una tierra material.