La curación por medio de la oración se manifiesta más rápidamente cuando nos disponemos a tomar decisiones firmes y positivas. Recurrir al tratamiento en la Ciencia Cristiana de manera esporádica y a medias, no es el camino por el cual se obtienen resultados rápidos y positivos.
La Sra. Eddy escribe: “El primer paso para la destrucción del error, — ya sea que éste se manifieste en forma de enfermedad, pecado o muerte,— es decidir pronto cuál será el tratamiento apropiado para su destrucción”.Ciencia y Salud, pág. 463; A veces, cuando enfrentamos algún problema, puede que recurramos a la oración en forma más bien rutinaria, como nuestro medio de encontrar una solución. Pero algo más se necesita: un propósito bien definido y firme. Una poderosa convicción, establecida ahora, puede traer genuino poder a nuestra meta de obtener una curación rápida y eficaz.
No importa cuánto hayamos tardado en expresar la fortaleza necesaria para permanecer firmes en una convicción determinada, aún puede ser demostrada rápidamente, es decir, esta fortaleza puede demostrarse ahora mismo con firme y definida convicción. Cuando tomamos tal decisión sincera — una decisión que proviene del corazón y que se desarrolla debido al amor que sentimos hacia Dios — podemos reconocer mejor la intuición de que habla Isaías: “Tus oídos oirán a tus espaldas palabra que diga: Este es el camino, andad por él; y no echéis a la mano derecha, ni tampoco torzáis a la mano izquierda”. Isa. 30:21;
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