Skip to main content Skip to search Skip to header Skip to footer

Han pasado unos veinte años desde que mi último testimonio apareció...

Del número de octubre de 1948 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana


Han pasado unos veinte años desde que mi último testimonio apareció en el Sentinel, y me siento con deseos de volver a expresar por medio de los periódicos, mi gratitud hacia Dios por las nuevas bendiciones que he recibido merced a la Christian Science.

Hace más de treinta años recibí tratamientos en la Christian Science por una grave afección a los ojos. Tan rápida fué mi curación, que no me dió tiempo de percatarme de cómo se había efectuado, y aunque estaba agradecida por el alivio recibido, no fué hasta muchos años después que me dediqué a estudiar la Christian Science. Fué entonces que, no habiendo la medicina podido sanar a una hijita mía, que por fin falleció, y no encontrando la manera de mitigar una horrible sensación de pena, acudí a una practicista de la Christian Science para que me ayudase. Esta pena desapareció casi instantáneamente, y durante los seis meses siguientes tuvimos tantas curaciones que nos parecía estar viviendo en un mundo nuevo.

Cuando todavía éramos principiantes en la Christian Science, una tarde caí enferma. Por experiencias anteriores yo sabía que se trataba de lo que los médicos llaman amigdalitis en su forma más aguda, sin embargo decidimos confiar enteramente en nuestros pocos conocimientos de la Christian Science. Uno de mis familiares me leyó en alta voz de la Biblia y de nuestro libro de texto, "Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras", por Mary Baker Eddy. Lo único que pude hacer fué procurar comprender que Dios es Amor. Cuando desperté a la mañana siguiente me sentí completamente bien; ni quedaron vestigios de debilidad para recordarme del mal que había parecido tan real la noche anterior. En otras ocasiones, cuando había dependido de remedios materiales, por lo general guardaba cama varias semanas al padecer uno de estos ataques, y luego tardaba varias semanas más para recobrar mis fuerzas. Esta curación ha sido permanente.

Iniciar sesión para ver esta página

Para tener acceso total a los Heraldos, active una cuenta usando su suscripción impresa del Heraldo ¡o suscríbase hoy a JSH-Online!

Para explorar más contenido similar a este, lo invitamos a registrarse para recibir notificaciones semanales del Heraldo. Recibirá artículos, grabaciones de audio y anuncios directamente por WhatsApp o correo electrónico. 

Registrarse

Más en este número / octubre de 1948

La misión del Heraldo

 “... para proclamar la actividad y disponibilidad universales de la Verdad...”

                                                                                                          Mary Baker Eddy

Saber más acerca del Heraldo y su misión.