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Las inspiradas palabras del profeta Jeremías: "Me buscaréís y me...

Del número de octubre de 1948 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana


Las inspiradas palabras del profeta Jeremías: "Me buscaréis y me hallaréis cuando me buscaries de todo vuestro corazón" (Jer., 29:13) se cumplieron para mí cuando en el año 1937 comencé a leer el libro de texto, "Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras", por Mary Baker Eddy, nuestra Guía inspirada por Dios. Los ardientes deseos que desde la infancia tuve por conocer a Dios y por saber el por qué y el para qué de la existencia, fueron completamente satisfechos. Ha sido como emerger de la obscuridad hacia la luz. Me ha traído indecible felicidad, paz y alegría, demostrándome algo de la belleza de la siguiente declaración de nuestra Guía (The First Church of Christ, Scientist, and Miscellany, pág. 165): "Así cada miembro de esta iglesia puede elevarse por encima de la tan repetida pregunta: ¿Qué es lo que soy? a la respuesta científica: Yo soy capaz de impartir verdad, salud y felicidad; esta es mi roca de salvación y mi razón de ser."

En Ciencia y Salud (pág. 369), Mrs. Eddy escribe: "Las artes profiláctica y terapéutica (esto es, preventiva y curativa) pertenecen enfáticamente a la Christian ScienceEl nombre dado por Mary Baker Eddy a su descubrimiento (pronunciado Crischan Sáiens) y que, traducido literalmente, es la "Ciencia Cristiana"., como se vería fácilmente si la psicología, o la Ciencia del Espíritu, Dios, fuera entendida." Estoy verdaderamente agradecida de poder testificar que he probado esta verdad en mi propia experiencia. Desde que vislumbré por primera vez el Cristo, la Verdad, no he tenido que quedarme un solo día en cama a causa de enfermedad. Anteriormente no pasaba un invierno sin padecer resfriados o ataques de influenza que me obligaban a permanecer en casa más o menos una semana.

Unas jaquecas tan fuertes que amenazaban interrumpir mis obligaciones fueron varias veces sanadas con un solo tratamiento por una practicista. Otras fueron varias veces superadas durante los cultos de nuestra iglesia. Ahora desde que he aprendido a ser obediente a la Sección 6 del Artículo VIII del Manual de La Iglesia Madre, de Mrs. Eddy, titulada "Alerta al deber", este padecimiento ha sanado por completo. Cuando sufriendo de cansancio, he podido probar la verdad de la promesa bíblica (Isa., 40:31): "Los que esperan a Jehová adquirirán nuevas fuerzas." También he logrado vencer el falso apetito por el té, el café y el mate, gracias a un sincero deseo de ser obediente a nuestra Guía, y el reconocimiento de que se trataba de estimulantes que no satisfacen la verdadera necesidad del hombre, a saber, la de la inspiración espiritual.

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