En aquella lección sobre el vivir y el amar, conocida como el Sermón de la Montaña, el Maestro introdujo algunos de sus preceptos con esta observación: "Habéis oído que fué dicho", anadiendo: "Mas yo os digo".
Jesús no señaló este contraste tan marcado para lograr un efecto retórico, sino para asegurar que sus palabras fuesen debidamente escuchadas. La primera frase: "Habéis oído que fué dicho", se ve seguida de la recitación de la ley entonces prevaleciente, es decir, la moral, que prohibía ciertas acciones. La última frase: "Mas yo os digo", va mucho más allá de la ley moral, analizando los motivos en vez de las acciones; no acepta la apariencia exterior, sino más bien invierte las creencias tradicionales por las verdades espirituales. Establece una nueva manera de pensar, la científica. Este nuevo código en nada disminuye la importancia de los mandamientos. En verdad, Jesús había declarado que él no había venido para destruir la ley sino para cumplirla, esto es, llevarla a su manifestación más completa.
De seguro que al emplear la palabra "Yo", el Maestro no se refería a sí mismo como meramente a un ser humano, ni tampoco a su opinión humana. La Christian ScienceEl nombre dado por Mary Baker Eddy a su descubrimiento (pronunciado Críschan Sáiens) y que, traducido literalmente, es la "Ciencia Cristiana". nos rinde un servicio inestimable al explicar ciertos términos materiales, dándonos su sentido espiritual. En el Glosario de su obra "Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras" (pág. 588), Mary Baker Eddy define en parte las palabras "El Yo o el Ego", como sigue: "El Principio divino; Espíritu; Alma; la Mente incorpórea, infalible, inmortal y eterna."
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