No anhelemos bendecir o ser bendecidos,
Si satisfechos con la sabia ley de Dios
Reflejamos el infinito contento del Amor
En su perfecto ser, expresándose en nos.
Inevitablemente bendeciremos y seremos
bendecidos.
Del número de octubre de 1967 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana
No anhelemos bendecir o ser bendecidos,
Si satisfechos con la sabia ley de Dios
Reflejamos el infinito contento del Amor
En su perfecto ser, expresándose en nos.
Inevitablemente bendeciremos y seremos
bendecidos.