Leemos en las Escrituras que cuando la gente cogió piedras para arrojárselas a Jesús, “Jesús se escondió y salió del templo; y atravesando por en medio de ellos, se fue” (Juan 8:59).
A menudo la gente se ve confrontada con argumentos que tratarían de confundirla tentándola a rebajar sus normas y así robar su tranquilidad. ¿Qué pueden hacer acerca de ello? Por medio de la Ciencia Cristiana pueden aprender a reconocer su identidad espiritual como el reflejo perfecto de su Padre-Madre Dios y a hacer valer los beneficios de protección y dirección que les pertenecen en razón de su filiación con Dios.
Generalmente uno piensa que la protección es sólo contra accidentes, enfermedades, carencia y desastres físicos. Pero hoy, más que nunca, la juventud necesita estar alerta contra la sugestión sutil que constantemente se presenta al público de que el tabaco, las bebidas alcohólicas y las drogas pueden proporcionar placer, popularidad o aliviar la tensión. El teatro y el cine tienden a veces a sugerir que el relajamiento de las normas morales es algo común y normal.
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