Mrs. Eddy nos dice en el libro de texto Ciencia y Salud, (pág. 167): “Sólo por medio de una confianza radical en la Verdad puede realizarse el poder científico de la curación”.
Cuando tenía 12 años de edad, sufrí de una parálisis total. Mi madre pidió ayuda inmediatamente a una practicista de la Ciencia Cristiana. Por un tiempo me sentí confusa y perturbada pero con la ayuda de la practicista y la inquebrantable convicción de mi familia, la curación se efectuó en tres semanas sin efectos secundarios. Como resultado de esta curación y de otras que había presenciado en nuestro hogar, sentí un gran deseo de aprender más sobre las enseñanzas de la Ciencia Cristiana. Al cumplir los 16 años aproveché el privilegio de hacerme miembro de La Iglesia Madre así como de una iglesia filial de la localidad.
Una de mis mayores bendiciones la recibí al casarme con otro devoto estudiante de la Ciencia Cristiana. Juntos hemos encontrado que no existe problema que no pueda solucionarse por medio de una confianza radical en la Verdad. Nos hemos sentido muy felices y seguros por medio del estudio y de la aplicación de la Ciencia Cristiana. La manifestación de esta felicidad y de esta paz se ha hecho evidente por medio de mejores oportunidades comerciales, un hogar más confortable, y en la solución de diversos problemas relacionados con la crianza de una familia.
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