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COLITA

[Original en español] [Para niños]

Del número de enero de 1973 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana


Un día, dos hermanitos abrieron la puerta de su casa para dar una vuelta en sus bicicletas. "¡ Mira!" dijo Fabián. Un par de ojos juguetones los miraban. Frente a los niños, un perrito movía la cola tan rápido como podía. ¡ Qué lindo perro! Tenían que quedarse con él. Desde el primer momento el perrito los conquistó. "Tiene una cola tan chiquita" dijo Luis. "Llamémosle 'Colita'".

Luis y Fabián concurrían a la Escuela Dominical de la Ciencia Cristiana, y sabían que un perro, como todo lo demás que hizo Dios, representa una idea de Dios — esta idea, por lo tanto, debe expresar Amor y Vida, que son nombres para designar a Dios. En Ciencia y Salud, Mrs. Eddy, la Descubridora de la Ciencia Cristiana, escribe: "El Amor da a la menor idea espiritual poder, inmortalidad y bondad, que brillan a través de todo, como la flor a través del capullo" (pág. 518).

Moviendo su cola, Colita seguía a los niños cuando iban a jugar. Siempre corría detrás de ellos y también de los autos. Un día, al pasar un automóvil, el perro corrió detrás, ladrando, y nadie le prestó atención. Pero Colita, repentinamente, lanzó un aullido. El coche le había pasado por encima. Con valentía, caminó unos metros. Fabián saltó del árbol para ayudarlo. Luis ya estaba con Colita. Decidieron llevarlo a la casa, pero Colita apenas podía seguirlos.

Al llegar a la casa, solamente estaba el tío de los niños, que era Científico Cristiano. Fabián puso a Colita cerca del tío.

Luis se sentó solito en el jardín, a hablar con Dios, como le habían enseñado en la Escuela Dominical. Esto también significa escuchar los pensamientos angelicales de Dios cuando buscamos Su ayuda. Fabián, en la casa, le preguntó a su tío qué página de Ciencia y Salud, o qué pasaje de la Biblia, le indicaría cómo orar para Colita. Su tío le dijo que el mensaje del Padre, quien siempre cuida a Su creación, estaba en cualquier página de dichos libros.

Fabián abrió la Biblia y leyó: "Enséñame, oh Jehová, tu camino, y guíame por senda de rectitud a causa de mis enemigos. No me entregues a la voluntad de mis enemigos; porque se han levantado contra mí testigos falsos, y los que respiran crueldad" (Salmos 27:11, 12).

"¿ Quiénes son esos enemigos?" le preguntó su tío.

"¡ Son las mentiras — el error! Las mentiras que nos presentan enfermedades y otros males", dijo Fabián. "Ves, aquí dice 'testigos falsos'. Y el que nos salva de esas mentiras es el Amor, Dios. Él es nuestro Padre. Así lo dijo Cristo Jesús. Dios siempre nos dice lo que es verdad".

"Muy bien" aprobó el tío, "veamos ahora qué hallas en Ciencia y Salud".

Mientras Fabián abría el libro, Colita yacía muy quieto a su lado.

Fabián leyó: "La materia no tiene vida que perder, y el Espíritu nunca muere" (Ciencia y Salud, pág. 275). Fabián había leído eso antes. Sabía que Espíritu significa Dios. Y sabía que el hombre y todas las criaturas viven eternamente en Dios. Sabía que eso incluía a Colita como una idea de Dios.

"Tío, ¿ tengo que seguir leyendo?"

"¿ Has comprendido que el ser espiritual de Colita es ahora mismo fuerte, que no está lastimado, y que está sano? ¿Has comprendido que Dios ha hecho ya Su obra y cuida perfectamente a Sus ideas divinas?" le preguntó el tío.

"Sí, tío" respondió el niño, "he comprendido".

"Bueno" le dijo su tío, "entonces puedes seguir jugando, agradecido".

"¡ Sí!" respondió Fabián "¡ pero con Colita!"

Al oir su nombre ¡ Colita pegó un salto! Y los dos corrieron juntos escaleras abajo en busca de Luis. Durante todo el tiempo el perrito movía su colita, ¡ como para demostrar lo bien que se sentía! Y su ladrido era tan alegre que el tío recordó el versículo del Salmo 66 que dice: "Aclamad a Dios con alegría, toda la tierra".

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