¿Cuándo oro?
Por la mañana,
al despertar,
y también durante el día.
¿Cómo oro?
Con pensamientos de felicidad, muy bondadosos y de verdad.
Sabiendo que Dios es Todo,
que Él es bueno y
omnipotente y que es Amor.
Como a Sus hijos perfectos nos ve,
jamás nos ve malos,
ni pobres ni enfermos.
Todos pertenecemos a Dios
y Él nos cuida y nos protege.
Sabiendo lo que es verdad
sobre Dios y Sus hijos,
yo puedo orar.
Nuestros días a Dios pertenecen.
Sus pensamientos Él nos envía,
y en el silencio los percibimos.
Sus pensamientos muy buenos son,
hacen de nuestros días hermosura y perfección.
Al orar, dejo que los pensamientos de Dios
se conviertan en mis pensamientos.
Me gusta orar.
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