Uno de los libros más populares del momento sobre profecía bíblica, escrito por un joven orador que realiza giras como miembro de la “Cruzada de Cristo en las Universidades”, predice que “Cristo puede volver en cualquier momento”. The Late Great Planet Earth por Hal Lindsey con C. C. Carlson, pág. 187; Mucha gente encuentra que esta posibilidad es muy emocionante. Existen numerosos informes de jóvenes de ambos sexos que se han apartado de las drogas, la inmoralidad y el delito para unirse a grupos que esperan el regreso de Jesús, y se dedican a estudiar la Biblia y a orar.
Este interés por Jesús y por las cosas espirituales es alentador. Esto es muy evidente en las universidades donde el estudio de religión como disciplina académica está ganando popularidad.
Muchos escritores sinceros dicen que síntomas tales como el caos en que se encuentra el mundo, es prueba evidente de que el regreso de Jesús es inminente. La creciente expectativa entre algunos jóvenes de que Jesús regresará a la tierra indica que el mundo tiene un gran anhelo espiritual.
¿Qué tiene que decir la Ciencia Cristiana sobre la segunda venida?
Para comprender el punto de vista del Científico Cristiano, es necesario, en primer lugar, comprender qué definición de Jesús y del Cristo él acepta.
En el Glosario de Ciencia y Salud por Mrs. Eddy, encontramos esta definición de “Jesús”: “El más alto concepto humano y corporal de la idea divina, que reprende y destruye el error y saca a luz la inmortalidad del hombre”. Ciencia y Salud, pág. 589;
El Glosario también da esta definición de “Cristo”: “La divina manifestación de Dios, que viene a la carne para destruir el error encarnado”. pág. 583;
De esta manera la Ciencia Cristiana hace una marcada distinción entre Jesús, y el Cristo que él vino a revelar. Jesús era un hombre, un ser humano, nacido de María. El Cristo es el mensaje divino — la verdad del ser — que Jesús trajo a la humanidad; y que está presente ahora como lo estuvo en el tiempo de Jesús y le habla a todos los que escuchan con corazón receptivo. El Cristo desconoce barreras de raza, color y credo.
A medida que comenzamos el estudio de la Ciencia Cristiana, pronto nos damos cuenta de que el Jesús humano no regresará a la tierra. Pero esto no es motivo de desilusión. Jesús no necesita regresar. El Principio divino que él reveló a la humanidad y su demostración de la unidad del hombre con Dios, permanece como el don práctico que él diera a la humanidad.
Jesús se ha ido, pero todavía tenemos con nosotros al Cristo, el poder sanador de Dios. Sólo necesitamos un mayor reconocimiento de ello.
La Ciencia Cristiana presenta un concepto totalmente nuevo de Cristo Jesús, un concepto que va más allá de cualquier sentimiento emocional relacionado con la personalidad del hombre de Nazaret. Este concepto es comprensible y practicable. Demuestra que la presencia física de Jesús no es necesaria para que emulemos sus obras. Entonces, ¿qué quiso decir Jesús con “vendré otra vez”? Juan 14:3; Algo mucho más profundo de lo que se obtiene de una lectura superficial de los Evangelios.
Una noche, en una universidad, escuché a un grupo de estudiantes hablar sobre la segunda llegada de Jesús. Uno de ellos, que era Científico Cristiano, preguntó: “Si Jesús regresara a la tierra hoy, ¿sería tratado de manera diferente?”
La opinión general fue que tendría que enfrentar el mismo escepticismo, las mismas dudas, el antagonismo y el rechazo que enfrentó hace dos mil años. La presencia física de Jesús no resolvería los problemas del mundo.
Aquella noche, muchos de los estudiantes estuvieron de acuerdo con el joven Científico Cristiano que la venida de Jesús a la tierra, por sí sola, no acrecentaría la felicidad o la fortaleza espiritual de una persona. Es la comprensión verdadera de Dios y de la filiación eterna del hombre con Dios la que nos brinda todo lo que necesitamos en la experiencia humana. Éste es el Cristo que nos salva. Este Cristo, la Verdad, constantemente va a la vanguardia de la consciencia humana. En las palabras del Apocalipsis: “He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo”. Apoc. 3:20;
Muchas personas que han sido sanadas en la Ciencia Cristiana, reconocen que el Espíritu Santo o el Consolador divino que Jesús dijo vendría, ya está aquí. (Véase Juan 14:16, 17, 26.) Y ha venido. Pero a través de las páginas del divinamente inspirado libro Ciencia y Salud, empezamos a comprender lo accesible que nos es este Consolador, y encontramos nuestro vínculo con Dios. Mrs. Eddy escribe: “El segundo aparecimiento de Jesús es, incuestionablemente, el advenimiento espiritual de la idea de Dios avanzando, como en la Christian Science”. Retrospección e Introspección, pág. 70.
Jesús fue un Salvador personal sólo durante los tres años de su ministerio sanador en la tierra. Pero él presentó a los hombres el Cristo, el Salvador impersonal que nunca va o viene. Es esta comprensión de lo que es el Cristo, la Verdad — que reaparece hoy en la Ciencia Cristiana — más bien que la adoración a Jesús, lo que nos puede traer paz y armonía, a nosotros y a nuestro mundo.
Aquellas personas que a cualquier edad buscan la verdad, pueden satisfacer su anhelo espiritual. Por más caótica que se vuelva la situación mundial, no tenemos por qué desalentarnos por el futuro. Cristo Jesús siempre se mantuvo confiado, seguro de que la comprensión verdadera de lo que es Dios podría resolver cualquier problema.
La Ciencia Cristiana responde a la pregunta: “¿Es inminente la segunda venida de Jesús?” El Cristo, la Verdad, está siempre presente — no va y viene. La inigualable e impecable carrera de Jesús señaló la primera gran venida del Cristo a la humanidad. La revelación de la presente aplicabilidad de la Verdad por medio de la Ciencia Cristiana constituye la segunda venida del Cristo para todos los que la aceptan y viven.
Si permanecéis en mí,
y mis palabras permanecen en vosotros,
pedid todo lo que queréis,
y os será hecho.
Juan 15:7