Hace un par de años me interesé en crear mi propia compañía de importación y exportación. El concepto era encontrar gente que compartiera la misma forma de pensar que yo, y que se comprometiera con la calidad. Exportamos alimentos, muebles, artesanías, materiales de ferretería y construcción, a Centroamérica y Estados Unidos. Y ahora estamos en tratativas para hacer lo mismo en Europa.
En un principio fue muy difícil para todos ver la magnitud de lo que yo quería hacer. Mucha gente me decía que era imposible porque se necesitaba una gran cantidad de dinero. Así que muy pronto comprendí que era necesario poner todo en manos de Dios y ser persistente.
Me afirmo mucho en esta cita de la Biblia: “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece”, Filipenses 4:13. de hecho la tengo escrita en el monitor de mi computadora, porque creo que el Cristo es el mejor socio que una persona pueda tener. No es fácil enfrentar los problemas solo. Es muy desolador sentir que lo único con que contamos es con nuestra capacidad y nuestra fuerza. Pero cuando uno sabe que hay alguien detrás que lo está respaldando, y que ese alguien es Dios, la situación cambia.
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